Disclaimer

Nombres y personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer (menos los que no salieron en la saga original). Lo único mio es la historia que va uniendo a tan maravillosos personajes.
Esto es un homenaje a una de mis sagas favoritas, sin fines de lucro, por mera distracción.

sábado, 7 de marzo de 2009

MALESTAR

–¡Bájame de inmediato, bestia peludaaaa! –grité con fuerza mientras pataleaba tratando en vano de que Jacob me bajara de su hombro y me posara en tierra firme. –¿Estás sordo, o qué? ¡Bájame con un demonio! ¡Bruto! ¡Salvaje! ¡Neanderthal!
Jacob parecía inmutarse y orondamente siguió caminando conmigo al hombro como si nada varios metros más. Levanté la vista como pude y a ojo de buen cubero, calculé que habíamos recorrido por lo menos unos doscientos metros desde el “Lonely Star”.
Comprendí que definitivamente Jacob hacía caso omiso a mis protestas, así que empecé a soltar una retahíla de maldiciones y groserías que hubieran podido sonrojar hasta a un bucanero.
Nos acercamos a una zona casi en penumbras, donde el bullicio del bar apenas era un ligero susurro llevado por el viento.
–¡Ay! –Jacob me bajó de pronto y por la sorpresa, trastabillé y terminé dándome un sentón en el piso –¡Mira lo que has hecho! Me caí por tu culpa y mañana voy a tener un buen moretón en el trasero.
–Ese moretón debería salirte pero por la buena azotaina que te has ganado –de entre las sombras sonó la voz de Jasper. Tras de él, Edward y Emmett aparecieron también.
–No creo que Jake tenga la culpa de tu caída. Apestas tanto a alcohol que creo que de olerte ya me estoy emborrachando –Terció Emmett.
–¡Qué lindo! “Los cuatro fantásticos” viene a mi rescate… –dije con bastante burla e ironía mientras me ponía de pie algo tambaleante –¿O debo decir que más bien vienen por mi cabeza? Claro, hoy es la noche de “peguémosle a Nessie” –el rostro de Edward se contrajo y eso me satisfizo bastante. Empuñé mis manos y me puse en pose de boxeador listo para el ataque –¿Quién va a ser el primero? No sean tímidos, muchachos, para todos tengo.
–Nessie, por… –Jacob se acercó con un gesto cansado, pero no dejé que terminara la frase cuando le solté un derechazo, que si hubiera estado un poquito menos mareada hubiera logrado conectárselo al pecho, pero lo único que conseguí fue abanicar el aire y terminar contra sus brazos, pues detuvo él detuvo mi caída.
–¡No me toques! –grité un poco histérica –No quiero que nadie me toque.
–Eso no parecías pensar con Newton –la voz de Jacob pareció escupir el apellido del interpelado.
–¿Y eso a ti, qué? Yo decido quién me toca y quien no…. ¿y qué si quería acostarme con Mike? –dije retadoramente. El bufido que lanzaron los hombres Cullen no me amedrentó nada, al contrario, parecía echarle más leña al fuego de mi resentimiento. –Por lo menos él me deseaba a mí, no a mi ma… a Bella. El no se iba a echar para atrás conmigo, él sí me…
–Mike también anduvo tras tu madre en el instituto, sólo que Bella no le hizo caso jamás.
Genial, ahora resulta que atraigo sólo aquello que Isabella Cullen desecha.”
–Pero por lo menos Mike no está tan enfermo como para verme como el premio de consolación por no tener a la Swan original. El me desea a mí, eso fue bastante… tangible –dije con una sonrisita bastante traviesa.
–El no te merece, hija –dijo de pronto Edward
–¡No me llames hija! Tú no eres mi padre.
–¡Renesmee! –dijeron al unísono los otros tres, mientras Edward bajaba la mirada dolida. Había sido un golpe bajo por mi parte, pero el fuego de mi rencor que parecía haber apaciguado horas atrás, otra vez se avivaba y con más fuerza si era posible. Estaba furiosa, bastante a decir verdad, pero a la vez, empezaba a sentir como si algo rodeara esa furia y empezara a controlar el fuego, a encerrarlo como para luego irlo bajando de intensidad.
–¡No te atrevas a usar tu maldito don conmigo, Jasper! Si quiero estar enojada, furiosa, dolida, lo voy a estar a pesar de que me quieras recetar tu “valium emocional”. –Jasper tuvo el descaro de poner cara como de que no entendía lo que yo decía.
–Renesmee, por favor, déjanos hablar contigo. Todo tiene una explicación… –Emmett empleó un tono un poco más suave, parecía que estaba intentando cambiar de táctica.
–No quiero.
–Tus padres están sufriendo…
–No me interesa
–La familia entera está sufriendo…
–¿Y eso a mi qué?
–Nessie, por favor, por los buenos tiempos…
Emmett se estaba esforzando, eso no cabía duda. Y en otros tiempos, con ese mismo tono de voz que estaba empleando, hubiera sido capaz de convencerme al primer intento. Pero las cosas habían cambiado bastante esta noche.
Los miré largamente a los cuatro, preguntándome a mi misma por qué ahora sus rostros se me hacían tan diferentes; era como si los viera realmente por primera vez. Exhalé entre furiosa y rendida.
–No tiene caso… –me giré en redondo y avancé apenas un par de pasos. Una mano me retuvo por el brazo. Reconocí el contacto al instante y aunque hubiera querido, no pude evitar envararme.
–Nessie… –la voz de Edward sonó con suavidad, tal y como se le habla a un cachorrito asustado.
Me giré para mirarlo de frente.
–No puedo, lo siento… pero lo único que da vueltas en mi mente son sus recuerdos de cuánto me odiaban y cuánto deseaban con desesperación evitar que yo naciera... –cerré los ojos, como si con eso pudiera reprimir ese torrente de recuerdos que no eran míos –…los recuerdos del amor frustrado y estúpido de Jacob por Bella… no puedo estar cerca de ustedes, no.
–No podemos permitir que te lances a una vorágine de estupideces que te van a llevar a la autodestrucción. Esta noche… Lo vi en tu mente, pensaste en beber la sangre de Mike.
–Soy un monstruo, ¿lo recuerdas? O por lo menos eso es lo que “escuché” de ustedes.
–Piensa en tu madre….
–¡Basta! Ya no quiero escuchar más…. Quiero estar sola, necesito estar sola. Yo…
Oh, oh
Fuera lo que fuera a decir, mi discurso se vio interrumpido por las nauseas. Me alejé un par de pasos mientras respiraba profundamente, tratando de disipar mi malestar.
–¿Estás bien, Nessie? –la preocupación tiñó la voz de Jacob. Yo estaba tratando de controlar las nauseas, así que no respondí, por lo que volteó a ver a Edward como intentando que él le contestara a esa pregunta, mientras se acercaba a mi.
–Se siente mal.
–¿Cómo…? –pero aquello que iba a preguntar se vio interrumpido por mi segundo momento bochornoso de la noche: terminé vomitando casi a los pies de mi ex novio.
Me había preguntado qué más podría salir mal después de que Jacob me sacara de esa manera del “Lonely Star”, pues bien, he ahí la respuesta a mi duda.




Abrí los ojos, sin saber bien qué horas serían. Imaginaba que bastante tarde, pues el sol entraba con fuerza por la ventana. O eso creía, pues la luz me molestaba muchísimo, mientras el martilleo de la cabeza se iba incrementando segundo a segundo; eso, sin contar la enorme sed que sentía, pero no de sangre, sino de agua. De bastante agua.
Como si temiera que mi cuerpo fuera a resquebrajarse en mil pedazos, me fui poniendo en pié de la cama. Había dormido con la ropa y las botas puestas, así que de seguro tenía una pinta espantosa; me acerqué con cuidado al espejo del pequeño tocador de la habitación y gemí de espanto al ver mi reflejo: el rímel y el delineador negro de rojos estaban corridos, así como el labial. Parecía “El Guasón” a media película.
Unos golpes a mi puerta interrumpieron mis lamentaciones por mi deplorable estado.
–¿Renesmee? ¿Ya despertaste? –La voz del abuelo Charlie no parecía enojada o cargada de reproches. Al contrario, sonaba bastante clara y tranquila.
La noche, o mejor dicho, en la madrugada, cuando Edward, Jasper, Emmett y Jacob dieron conmigo y terminé poniéndome en ridículo ante ellos, intentaron que regresara a Forks con ellos. Me negué en rotundo y amenacé con abandonar Port Angeles por mi propio pié. Y lo hubiera hecho si mi gran ingesta de alcohol no hubiera empezado a pasarme la factura; así que entre gritos de mi parte e intentos de razonar conmigo por parte de ellos, acordé regresar con Emmett en el auto. Oh, porque mientras Edward, Jacob y Jasper me habían rastreado a pie y patas, Emmett los había seguido en su flamante Dodge Viper negro, por si acaso. De eso me enteré en algún momento de regreso a Forks.
Emmett trató de darme un buen sermón por lo que consideraba mi “irritante cabezonería, mi desconsiderado comportamiento con toda la familia y mi infantil deseo de venganza” ¡Ja! El burro hablando de orejas, cuando de todos, el más inmaduro y atrabancado siempre era Emmett. Mi venganza fue arruinarle la tapicería de piel de su auto de 105 mil 960 dólares con otra sesión de arcadas por mi borrachera. Mi diablito interno no pudo evitar reírse por el recuerdo.
Me negué tajantemente a poner un pie en casa de los Cullen, así que exigí que me llevaran con el abuelo Charlie, quien me recibió en su casa sin chistar, a pesar de que eran casi las seis de la mañana cuando Emmett me dejó ahí y yo prácticamente me tambaleaba aún y cuando no estaba caminando.
–Err… sí abuelo… Sólo que no estoy muy presentable que digamos.
–Dejaste un par de cosas en el clóset el día de la mudanza; tal vez algo de ahí te sirva para que puedas ducharte y cambiarte de ropa. –me contestó a través de la puerta, pues yo no le había indicado que podía pasar.
–Ok… gracias.
–Te dejo para que te arregles… Te espero abajo.
–Ok…
Me dirigí casi en cámara lenta al clóset; el dolor de cabeza era tremendo, junto con el resto de mi malestar. Busqué casi a tientas dentro del mueble y para mi alegría encontré una pequeña bolsa deportiva que siempre traía en el auto. Era mi equipaje de “úsese en caso de emergencias”, que traía una muda de ropa, un cepillo de dientes y un desodorante.
Me duché con agua casi helada, me lavé el cabello unas tres veces pues sentía que estaba impregnado al aroma de cigarro tan común en los bares. Me cepillé los dientes y me vestí a toda prisa con mi short de mezclilla y mi camiseta blanca sin mangas. Como no tenía más, tuve que volver a ponerme las botas negras.
Bajé con cuidado las escaleras, tanto porque una carrera rápida no lo iba a soportar mi cabeza y también porque, a pesar de que la voz del abuelo sonó bastante calmada, aún no estaba segura con qué me iba a encontrar.
Asomé la cabeza por la sala y el recibidor, pero no lo vi, así que supuse que estaría en la cocina.
–¿Nessie? –su voz me llegó desde ahí.
–Voy…
Me acerqué con calma y me sorprendió verlo tan tranquilo leyendo el periódico mientras enfrente de su lugar, un plato de lo que parecía un humeante caldo de pollo parecía esperarme.
–¿Qué eso?
–Es un remedio buenísimo para la resaca –dijo sin dejar de hojear el diario
Sentí que me enrojecía por completo y a toda prisa me senté frente al caldo que el abuelo me había preparado. Aunque no se me apetecía especialmente, le di un par de cucharadas; me sorprendió encontrarle gusto, pues la comida normal no era precisamente mi favorita.
–En el refrigerador hay agua helada. O una cerveza, cualquiera de las dos te pueden ayudar. Aunque si vas a tomar aspirinas para la jaqueca, mejor no tomes la cerveza
Me sorprendió bastante que el abuelo hablara de mi resaca como algo de lo más normal.
–Abuelo… yo, lo siento… –pronuncié mientras dejaba a un lado la cuchara. –Anoche yo…
El abuelo dobló el periódico por la mitad y lo dejó a un lado sobre la mesa.
–Renesme… –pronunció profundamente mientras clavaba sus profundos ojos castaños en mí –Anoche… bueno, siempre he dicho que no necesito saberlo todo ni quiero saberlo todo, pero anoche… anoche entendí cosas que pretendo olvidar o hacer como que no las sé.
–Abuelo, perdóname… no quería que te vieras envuelto en este lío. Lo último que quiero es…
–Shh, shh… no pasa nada, Nessie. –Estiró su mano para tomar con ella la mía– Tal vez te sorprenda, pero entiendo tu reacción. Tal vez no la comparta, pero la entiendo. Después de todo, tú y yo somos imperfectamente humanos.
Imperfectamente humanos” ¿Cuánto habría descubierto el abuelo la noche anterior? Me estremecí de la preocupación, pues si se llegaba a acercar en lo más mínimo a la verdad, sería casi una sentencia a muerte para él. Los Vulturi eran bastante claros en lo referente a mantener el secreto de nuestra existencia.
–¿No me vas a preguntar nada? ¿No me vas a regañar por ponerme medio histérica? ¿No me vas a decir nada por mi “cruda”?
–Creo que con lo que capté anoche fue más que suficiente. Y en cuanto a lo de regañarte, creo que más bien es un consejo: todo en esta vida tiene un por qué. No les niegues la oportunidad de explicarte las cosas.
–Abuelo, aunque quisiera, no puedo… Nada más de verlos, mi coraje empieza a crecer sin control. Estoy bastante herida, furiosa… me siento engañada.
–Son tu familia, son nuestra familia –el énfasis con el que pronuncio el “nuestra” me estremeció. Así que a pesar de todo, al abuelo no nos repudiaba. –Y las familias a veces cometemos errores, pero es parte del proceso. Nadie nace sabiendo ser padres, es algo que vas aprendiendo a lo largo de la vida, y créeme que nunca terminas de aprender algo nuevo. Tus padres son bastante nuevos en esto de la paternidad y comenten errores, pero siempre son de buena fe.
–¿De buena fe? –dije suspicaz –Abuelo, no creo que de buena fe tú hubieras pretendido que la abuela Reneé abortara a ma… a Bella o que odiaras la idea de que ella naciera.
–No, claro pero… –un recuerdo del abuelo, recibiendo la noticia por parte de mi difunta abuela Renee, de que estaba embarazada y serían padres muy pronto, se alojó en mi mente. Eran bastante jóvenes los dos, estaban en esa misma cocina que no había cambiado nada desde entonces. La abuela había preparado una cena muy especial para darle la noticia al abuelo. Cuando Charlie se enteró de la próxima llegada el bebé, se levantó casi de un salto de la silla, hizo que la abuela se pusiera de pié también y la levantó en brazos, dando vueltas de alegría por toda la cocina. No podía creer el amor que se veía entre ellos dos, la felicidad que la noticia les había dado. No podía creer que ese par de locos enamorados al final hubieran terminado separados; una muestra más de que el amor sólo era una ilusión que disfrazaba sentimientos más básicos –…Nessie, yo no sé cómo sucedieron las cosas en realidad –dijo interrumpiendo la proyección del recuerdo –lo que sí puedo decirte es que desde el primer día que los vi juntos, a tus padres y a ti, pude comprender, pude apreciar el gran amor que sienten por ti. Eres la luz de sus ojos, te adoran más que a su propia vida. Eso es algo que no se puede negar.
Mas que a su propia vida”.... “Más que mi propia vida”, como la inscripción del guardapelo que llevaba al cuello. Instintivamente, me llevé la mano hacia él y lo agarré con fuerza. Nunca me había quitado ese primer regalo de navidad que Bella me había hecho. Ni siquiera en esos momentos me pasaba por la mente quitármelo.
Los ojos me empezaron a picar; sentía que se me empezaban a poner vidriosos por el llanto.
–No te pido que hagas nada en particular, sólo piensa en lo que te he dicho. La familias podemos enfrentarnos a lo que sea, sólo basta un poquito de amor y voluntad para lograrlo.
No contesté nada, me limité a observar cómo el abuelo se levantaba de su silla y del refrigerador sacaba una jarra con agua, la cual me servía en un enorme vaso.
–Y tampoco se lo hagas pasar tan mal al pobre Jacob…
–Abuelo, una cosa a al vez, ¿quieres?
–Me dio pena verlo anoche… lo dejaste molido. Creí que se pondría a aullar del dolor ahí mismo –al abuelo le encantaba fingir no saber nada, pero bien que recordaba las peculiaridades de nuestra existencia.
–Se lo merece.
–Nessie, lo de Bella y Jacob fue una tontería…
–Abuelo, por favor… –me estremecí al recordar lo que no quería –Se me revuelve el estómago nada más de acordarme que ellos… no, no…
–Nunca tuvieron una oportunidad realmente. No mientras tu padre existiera en la vida de Bella.
–Eso suena a que si mis padres no se hubieran conocido, Jacob ahora sería a quien le diría “papi” –hice una mueca de desagrado. Sentí que mi estómago se revolvía, así que aparté el plato que tenía enfrente y mejor le di un buen trago al vaso con agua.
–De alguna manera, lo de tus padres era algo que ya estaba escrito. Si no se hubieran conocido en Forks, lo hubieran hecho en otra parte y de algún modo. Es de esas cosas tan inevitables como que la Tierra gire alrededor del Sol… En fin, lo que quiero decir, es que lo de Jacob por tu madre fue un encandilamiento sin importancia, algo de la adolescencia.
–No –sentí que mi voz se engrosaba por las lágrimas –Él realmente la amaba, si hubiera podido, hubiera dado la vida por ella. Y Bella lo quería, estaba dispuesta a decirle sí, había vislumbrado lo que podría ser su vida junto a él…. –una lágrima escapó por mi rostro –Yo jamás podría competir contra eso… y duele, no sabes cuánto. No puedo respirar de solo pensarlo… mi familia, Jacob. Fue un golpe tan grande… creo que me abrieron un hueco enorme en el alma. Quisiera que todo fuera una pesadilla, que todo fuera un mal sueño del que despertase y todo fuera como antes. Pero no es así y tengo que empezar a lidiar con ello.
El abuelo me abrazó y yo lo rodee con mis brazos por la cintura. Daba gracias al cielo que el abuelo no me rechazara a pesar de lo que había descubierto la noche anterior, a pesar de que mi existencia fuera bastante difícil de entender.
–Todo se va a resolver, vas a ver… Por más negro que se vean las cosas, siempre hay una luz al final del camino, ¿qué no?
Sólo que yo no veía mas que tinieblas a mi alrededor. Tinieblas avivadas por el dolor y el resentimiento.
Poco a poco fui recobrando la compostura y solté al abuelo para limpiarme las lágrimas del rostro.
–Abuelo, ¿te importa si me voy a dar un pequeño paseo? Tal vez así se me pasé un poquito la resaca.
–¿Segura?
–Sí, necesito respirar un poco de aire puro… regreso al rato, ¿va? –pronuncié mientras abría la puerta que daba hacia el patio trasero.
–No te adentres mucho en el bosque y no tardes mucho. Voy a ver un rato la televisión.
–Ok… regreso al rato.
–Nessie –me llamó cuando casi ya había cerrado la puerta tras de mi.
–¿sí?
–Feliz cumpleaños.
Sonreí. Dudaba que volviera a haber un feliz cumpleaños para mi en la vida.

7 comentarios:

  1. snifff pobre Nessie

    y ya puestos pobre edward,jacob, etc....

    me encanta xD... sigue!

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  2. super... muy buen capitulo... esperare el siguiente... gracias!

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  3. k bueno esta casi me pongo a llorar porfabor telo ruego no tards mucho en poner el otro telo pido de rodillas

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  4. Awwww... pobre Nessie...:(

    Va super la hiztoriia....!

    siguela plz..!! x)

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  5. esta buenisimo.....
    sigue asi.....
    felicidades me gusta lo que escribes...
    y espero pronto el proximo capitulo...

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  6. la verdad q escribís muy lindo debo reconocerte q esta historia me atrapó increiblemente siento como si en verdad fuera la continuación original de la saga, he leído otros pero este es el mejor lejos, se acerca mucho al final q siempre imaginé para Nessie y Jake, y logró emocionarme seguí así lo haces maravillosamente!!! un beso desde Argentina

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  7. Dios...no entiendo de vverdad lo de "pobre Nessie" por que enrealidad fue ella la que comenzo todo eso...ademas quien la manda a ella de bruta...si ubiera escuchado las explicaciones no hubiera pasado nada.
    Huy sorry...es que me meto mucho en la historiaa que de verdad esta buenisiiimaaaa!!! mejor que otros fanfic jejejeje sigue asi de verdad besosss desde venezuelaa <3

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