Disclaimer

Nombres y personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer (menos los que no salieron en la saga original). Lo único mio es la historia que va uniendo a tan maravillosos personajes.
Esto es un homenaje a una de mis sagas favoritas, sin fines de lucro, por mera distracción.

domingo, 8 de marzo de 2009

SANACIÓN



Miré en mi teléfono celular que eran las seis con treinta y tres minutos de la tarde antes de contemplar la casa que tenía a unos cinco metros de distancia; me debatía entre llamar a la puerta o escabullirme como una ladrona por la ventana de la que era mi habitación. Todo el día había estado dándole vueltas a la petición que la abuela Esme me había hecho el día anterior; había terminado haciendo una lista de los pros y los contras de presentarme ahí y hacerle frente a los Cullen. Y aún así, no tenía claro qué hacer.
Bueno, el hecho es que definitivamente necesito mi ropa. No puedo seguir con dos mudas de ropa únicamente”, pensé mientras me echaba un rápido vistazo. Había decidido no ponerme el mismo atuendo que usé el sábado anterior en mi escapada a Port Angeles, no quería hacer más tensa la situación recordándoles Edward, Emmett y a Jasper la situación tan alocada en la que me habían encontrado. Así que había terminado usando el mismo pantalón negro pero con la blusa blanca del día anterior. Le dí gracias al cielo porque el abuelo hubiera arreglado a tiempo la secadora.
Avancé unos cuantos pasos más hacia la imponente casa enclavada en el bosque de Forks y empecé a subir uno a uno los escalones que llevaban a la puerta principal. Me sentí rara, pues era la primera vez que iba a usar el timbre del que por muchos años consideré mi hogar; respiré profundamente y pulsé el pequeño botón del timbre. Al otro lado de la puerta, escuché unos ligeros movimientos, como el aleteo de una mariposa acercándose a abrirme.
–Nessie, viniste
–Hola abuela… Resulta que sí necesito mi ropa después de todo.
–Pasa –pronunció suavemente mientras abría la puerta y ella se hacía a un lado para dejarme pasar al interior de la casa.
Entré con cautela, buscando con la mirada a los demás integrantes de la familia, pero para mi sorpresa, la casa parecía estar vacía. Una parte de mi sintió decepción por eso, aunque no quisiera reconocerlo, esperaba encontrármelos a todos formando alguna especie de valla o comité de bienvenida. Tal vez ellos al final decidieron que no valía la pena, que yo no valía la pena. Enderecé mi postura y levanté la barbilla, orgullosa y testaruda, dispuesta a fingir que la indiferencia de ellos no me importaba. Al final, tantas dudas sobre presentarme o no en la casa habían sido en vano.
–Ellos están en el despacho de Carlisle –la abuela Esme contestó a mi pregunta no formulada. Sentí alivio al escuchar su respuesta –No quieren presionarte, aunque no te voy a negar que están ansiosos por verte, por explicarte las cosas; pero no te van a obligar a nada, eso depende únicamente de ti.
Medité cada una de las palabras de mi abuela, y aún así, mi cabeza y mi corazón estaban en conflicto sobre cómo actuar con respecto a la familia.
–Voy a subir por algo de ropa. No voy a tardar mucho –tenia que ceñirme a todas esas pequeñas cosas seguras, no quería precipitarme y terminar más dolida.
–Adelante… –la abuela Esme trataba de estar calmada, podía notarlo en su mirada. Me recordó a esos vaqueros que tratan acercarse a los potros salvajes y asustados, hablándoles casi en un susurro y haciendo movimientos lentos y pausados a su alrededor para lograr tranquilizarlos y llegar a ellos. –Nessie, recuerda lo que te dije ayer, que esta siempre será tu casa y que nos encantaría que regresaras con nosotros.
Me limité a asentir antes de subir corriendo las escaleras y no detenerme sino hasta llegar a mi habitación. Abrí la puerta lentamente, como si esperara encontrar a alguien ahí, pero estaba vacía. No podía creer cómo habían cambiado las cosas en apenas tres días; había decorado esa habitación, así como cada rincón de esa casa, llena de excitación por emprender mi aventura de vivir sola un tiempo. Quién iba a pensar que en unas pocas horas, ese deseo si iba a convertir en algo permanente.
Con la mirada, recorrí la habitación, como queriendo recordar hasta el mínimo detalle que había ahí, pues probablemente pasaría demasiado tiempo antes de que pudiera volver a entrar ahí. Suspiré con melancolía y me puse en acción: me dirigí al clóset, tomé una maleta y empecé a echar en ella algo de ropa cómoda y sencilla. El clima de Brasil distaba de ser como el de Forks, así que ropa ligera y cómoda sería más que suficiente, sobre todo si pensaba quedarme un tiempo en la selva con Awka y sus hermanas. Al llegar al cajón de mi ropa interior me encontré con el bikini azul marino y no pude evitar que una lágrima rodara por mi mejilla al recordar ese día tan especial con Jacob en La Push. Me limpié el rastro dejado por esa lágrima en mi rostro con el dorso de la mano e hice una bola con la tela del bikini para refundirlo en el fondo del cajón. No valía la pena llorar por lo que no era y nunca fue.
Comprobé que había echado ropa suficiente, así que cerré la maleta y me puse en pie para marcharme de ahí. Justo en el umbral de la puerta, volví la vista hacia la cama y recordé la noche que Jacob y yo habíamos pasado ahí, durmiendo el uno al lado del otro; rodeándome él entre sus brazos, sintiéndome amada y protegida. Tampoco pude evitar evocar la maravillosa sensación de despertar con su rostro al lado del mío, la perezosa sonrisa que dibujó al verme, la manera en que me había besado, la…
¡Basta! No te hagas esto, Renesmee. No es justo ni sano
Respiré profundamente, pues los ojos me ardían por el esfuerzo de evitar el llanto. Sentía un nudo en la garganta horrible, casi asfixiante. Tenía que salir a toda prisa de ahí, antes de quebrarme completamente.
Como alma que lleva el diablo bajé las escaleras, dispuesta a salir para siempre del territorio de los Cullen. El esfuerzo por controlar mis emociones estaba empezando a provocarme un ligero martilleo en la cabeza, como el de la resaca del día anterior.
Me encontré con la abuela Esme parada en el lugar que la había dejado minutos antes. Parecía como si se hubiera quedado ahí, como estatua, aguardando por mí.
–Listo, creo que es todo…
–¿Es todo? ¿De verdad, Nessie? ¿Qué hay de lo que te pedí anoche?
–No puedo… no me siento preparada para… para eso. Tengo que irme de aquí.
Mis palabras parecieron decepcionar a mi abuela, lo pude leer en su mirada.
–Está bien. Prometimos no presionarte… pero aún así, no puedo negarte que me duele que no quieras hablar con ellos.
–Lo siento, de verdad… –la besé en la mejilla y emprendí la marcha de esa casa. No tuve el valor para decirle a la abuela de mi partida con Awka; sabía que si lo hacía, intentaría detenerme. Así que tomé una salida bastante cobarde: les iba a dejar una nota tanto al abuelo Charlie y a la abuela Esme donde les explicaría mi partida y hacia dónde.
–Espera, por favor… –la tristeza que teñía la voz de la abuela bastó para detener mi partida –¿Vas a estar en casa de Charlie?
–Por lo pronto. –contesté sin voltearme a verle. Odiaba mentirle.
–¿Eso qué significa?
–Eso, por lo pronto. Más adelante, no sé…
–¿Puedo pedirte algo?
Me volví por fin para mirarle el dulce rostro. Adoraba a mi abuela como sabía que ella me adoraba a mí. Tal vez al principio me viera como una forma de compensar la pérdida de aquel hijo que había perdido cuando era humana, pero en honor a la verdad, Esme Cullen había sido un ser lleno de amor por mi. El corazón de mi abuela irradiaba tanto amor hacia los demás, aún y cuando ese mismo corazón tenía años de haber dejado de latir.
–Lo que sea, abuela. Siempre y cuando esté en mis manos –dije rápidamente. No quería caer presa de ningún juego de palabras.
–¿Podrías tocar para mi?
–¿Cómo…? –la petición de mi abuela me desconcertó.
–Sabes que me gusta escucharte tocar el piano y hace mucho que no tocas para mí. No sé cuanto tiempo pasará antes de que vuelva a verte, por eso te lo pido.
–Yo, no creo que sea buena idea. Ellos…
–Ellos no vendrán a menos que tú lo quieras y yo vaya y se los diga. Prometimos no presionarte.
No dije anda, pero dejé la maleta a un lado de la puerta y me dirigí al piano negro que estaba a un costado de la sala, frente a un ventanal que ofrecía un imponente vista hacia el bosque y el río.
Me senté en la butaca y acaricié las teclas con un suave roce. Sí, después de todo tocar para la abuela fuera una buena idea, puesto que no sabía cuánto tiempo pasaría antes de tener la oportunidad de tocar nuevamente.
–¿Alguna canción en especial?
–Mmm, sí, toca “Clair de Lune” de Debussy
–¿En serio? –dije algo aprensiva. Esa era una de las favoritas de pa… de Edward
–Por favor, Renesmee. Toca esa para mí.
Esbocé una sonrisa de resignación y dejé que mis manos presionaran las teclas de los primeros acordes de la melodía. Cerré los ojos, pues no necesitaba ver ni la partitura ni el teclado para ejecutar la pieza, puesto que me la sabía de memoria.
Dejé que la melodía penetrara hasta mi mente, dejando que me tranquilizara y olvidara por un instante la devastación que parecía asolar mi vida en esos momentos. Sentí que alguien se sentaba a un lado de la butaca; imaginé que había sido la abuela Esme, así que no abrí los ojos y seguí ejecutando la pieza.
A medida que avanzaba la melodía, no pude evitar soltar las lágrimas que había estado conteniendo, y de pronto, noté que no sólo ese alguien que yo supuse era la abuela se había sentado a mi lado, sino que ahora también me acompañaba al piano. Y sin necesidad de abrir los ojos, supe de quién se trataba.
No dejé de tocar, pues mi mente evocó un recuerdo. Pero esta vez era un recuerdo propio, no uno “bajado” de la mente de alguien más. Era uno de esos recuerdos que había atesorado de mi fugaz infancia.
Una pálida niña de rizado y cobrizo cabello, ataviada con un vestidito blanco de encaje, estaba sentada frente a un imponente piano blanco, tratando de tocar las teclas tal y como había visto hacer a su padre miles de veces. Se sentía frustrada por no poder reproducir el mismo sonido que lograba él, así que terminó llorando de la desesperación.
–Nessie, ¿qué sucede?
La voz de su padre sonó a su lado. Él había aparecido como de la nada, como si de un acto de magia se tratara
–No puedo tocar como tú. –el sollozo de la niña apenas era un susurro compungido.
–¿Quieres tocar? ¿Por qué? –preguntó el padre, asombrado.
–Porque me gusta como lo haces tú. Quiero aprender a tocar como tú.
–¿Si? Bueno, te puedo enseñar. –el padre de rostro angelical se sentó a un lado de la niña y con mucha paciencia le empezó a explicar qué tecla reproducía cual nota. Qué significaba cada uno de los signos de las partituras, el ritmo de la melodía. Y la niña lo escuchaba atenta y con adoración. Para ella, su padre era su ídolo, su superhéroe favorito, el príncipe perfecto de los cuentos de hadas. Adoraba a su padre, lo amaba con toda su alma.
–¿Entendiste, Renesmee?
–Sí, papi, pero… –la niña frunció el ceño mientras miraba el teclado concienzudamente.
–¿Qué sucede, princesa?
–Mis manos son pequeñas aún. No alcanzo todas las teclas –La niña levantó las manos para enfatizar sus palabras. Físicamente parecía tener no más de tres años, pero lo fantástico era que apenas si rebasaba el año.
El padre sonrió y sin más, levantó a la pequeña para sentarla sobre su regazo.
–Si mi pequeña quiere tocar, lo va a hacer. –Puso sus manos sobre las de la pequeña y la ayudó a ejecutar una sencilla nana infantil. Al finalizar la sencilla canción, la niña rompió en aplausos de la emoción y se percató de su que madre estaba al otro lado de la habitación, observando embelesada la escena.
–Mami, ¿me viste? Toqué como papá.
–Si, mi amor. –La madre se acercó rápidamente hasta su marido y a su hija, con pasos llenos de gracia, como los de una bailarina. Besó la frente de la niña antes de darle un ligero beso en los labios a su marido. –Los dos tocan el piano como los ángeles.
–¿Los ángeles también saben tocar el piano? –preguntó curiosa la niña mientras miraba con adoración a sus padres.
–¡Claro! Y hay otros que tocan el arpa, otros las flautas, otros las guitarras. Tienen una orquesta por todo lo alto y todos tocan maravillosamente bien.
–¿Entonces papi es un ángel?
El padre sonrió y besó a su hija en la mejilla.
–Sí, hija –contestó la madre –Ustedes son mis ángeles.
El padre rodeó con sus brazos tanto a la madre como la hija. No cabía la menor duda del gran amor que había entre ellos tres, tan grande y eterno como el mismo universo.


Al mismo tiempo, tanto mi recuerdo como la melodía llegaban a su fin. Permanecí con los ojos cerrados, conciente de que mis lágrimas corrían sin control por mi rostro; sentí que una mano se posaba sobre mi mano derecha, y a pesar del frío contacto, no la aparté. Dejé que esa mano entrelazara sus dedos con los míos y los apreté con fuerza; permití que me rodeara con el otro brazo y me acercara a su cuerpo aún más. Entonces, ya no pude controlar mis emociones, empecé a llorar desgarradoramente.
–Princesa…
Papá me acurrucó contra su pecho, sin pronunciar una sola palabra más, pero en ese abrazo pude entender su amor por mí y lo mucho que lo amaba yo. Porque a pesar del dolor que sentí al enterarme de las circunstancias de mi nacimiento, aún cuando el dolor y el resentimiento parecían lo único que colmaba mi corazón, aún así, el amor que sentía por mis padres había estado grabado a cal y canto.
Parecía que lloraba un río, mientras de mi pecho salían desgarradores gemidos de dolor. De pronto, la butaca se hundía a mi lado izquierdo a la vez que unas manos se posaban sobre mi hombro. Mi madre estaba ahí, compartiendo mi dolor, consolándome cuando no lo merecía, cuando me había portado de una forma tan horrible con ellos.
Poco a poco mi llanto pareció ir remitiendo, dejándome exhausta, pero a la vez, como si me hubiera quitado una pesada loza de encima.
–¿Renesmee? –la voz de mi madre sonó dubitativa.
Lentamente, me liberé del abrazo de papá y empecé a enderezar mi postura. No sabía si iba a ser capaz de hablar con claridad, pues sentía la garganta algo pastosa. Casi inconscientemente busqué con mi mirada al resto de la familia, pero me sorprendió darme cuenta que sólo estábamos nosotros tres. La abuela Esme se había retirado, para darnos privacidad.
–Cariño, lo siento…
–Lo siento…
–Lo siento…
Los tres hablamos al mismo tiempo, atropelladamente.
–Mama, papá, lo siento, me porté como una tonta, como una reverenda idiota –las lágrimas amenazaban con hacer su aparición nuevamente. Me sentía tan agotada, que desistí de tratar de mantenerlas bajo control –Yo, no tenía ningún derecho de decir lo que dije…
–Renesmee, no tienes qué pedirnos perdón de nada… nosotros hicimos mal en ocultarte tantas cosas. Nuestra excusa es que no queríamos hacerte daño. Todo eso había pasado hacía tanto tiempo que…
–No importa, mamá, de verdad… no necesito conocer toda la historia.
–Nessie –papá puso su mano bajo mi barbilla para girar mi rostro hacia él. Miré sus ambarinos ojos y pude ver en ellos el mismo dolor que había en los míos, sino es que más. –Déjame contarte una historia, como cuando eras pequeña, ¿recuerdas?
No pude pronunciar palabra alguna, así que asentí con la cabeza mientras una nueva lágrima se deslizaba por mi rostro.
–Hace mucho tiempo, había un monstruo que se dedicaba a vagar por esta tierra. Estaba completamente seguro de que Dios lo había maldecido, obligándolo a transitar entre los hombres, pero a la vez, a estar completamente solo, sumido en las tinieblas y el horror de su propia naturaleza. Eso, hasta que un día un hermoso ángel se cruzó en su camino y se enamoró casi de inmediato de ella, y por un extraño milagro, su ángel le correspondía; el monstruo sabía que el amor que sentía por ella, al final la pondría en peligro, pues no solo deseaba el amor de su ángel, sino también su sangre. Trató de alejarse de ella, pero en el camino, casi los lleva a la destrucción de ambos. Regresó, pues no podía estar separado de su ángel y se juró que jamás permitiría que le pasara nada malo, que jamás permitiera que ella se convirtiera en un monstruo como él, pues el ángel estaba dispuesto a cambiar su alma con tal de estar juntos.
»Logró superar el deseo por su sangre al recordar cómo se había sentido cuando creyó que el ángel había muerto, sabía que si la perdía, él también moriría. No concebía una existencia si ella no estaba.
»Después de muchos obstáculos, por fin pudieron casarse y estar juntos. Todo parecía estar bien, ser perfecto; sólo que una noticia inesperada cambió las cosas. El ángel esperaba un hijo del monstruo, y a pesar de lo que le decían los demás, a pesar de los ruegos del monstruo, ella decidió seguir adelante con el embarazo, a pesar de que cada día que pasaba, su vida se iba apagando poco a poco. El monstruo enloqueció de miedo, no podía ver a su amado ángel ir muriendo lentamente cada día; a pesar de que una parte de él sentía una alegría por el hecho de ser padre, pudo más su amor por el ángel y tomó la dolorosa decisión de… –ahora fue la voz de papá quien se engrosó. Era imposible, pero parecía que estaba a punto de romper en llanto…
–Papá, lo entiendo. Amas a mamá sobre todas las cosas, era obvio que no ibas a permitir que eso que la estaba matando lo siguiera haciendo. Aunque eso fuera yo. Tú no lo sabías, ahora puedo entenderlo.
–La primera vez que pude escucharte fue maravilloso. No sólo por el hecho de saber que amabas a tu madre y que no deseabas hacerle daño, sino por saber que existías, que eras parte de mí y parte de Bella. Cuando le dimos la noticia de nuestra boda a Charlie, él creyó que lo hacíamos porque tu madre estaba embarazada, y no sabes cuánto desee que eso fuera posible. Cuando tu madre descubrió que venías en camino, el anhelo cobró fuerza, pero luego, cuando vi cómo se iba apagando, sentí que otra vez el cielo me estaba castigando por desear más de lo que merecía… No tengo excusa por mis acciones del pasado, sólo puedo esperar a que me perdones y creas lo mucho que te amo. Tu madre y tú me han devuelto la esperanza de que tal vez sí exista un final feliz para un monstruo como yo.
–No digas eso, papi –mi llanto distorsionó un poco mis palabras. –Tú no eres un monstruo.
–Sí, si traté de evitar que naciera mi propia hija…
Cubrí su boca con mi mano para evitar que siguiera por ese rumbo.
–No quiero oírlo, me niego a seguir escuchando eso. –giré el rostro hacia mi madre, quien se había quedado en silencio mientras papá había hablado. –Mamá…
–¿Si, cariño?
–Debería ponerme de rodillas y suplicarte que me perdones por ser tan… tonta, tan estúpida y orgullosa. Mamá, lo siento… no quise decir esas palabras tan duras; tú menos que nadie se merecía todo esto. Tú, que desde el primer momento luchaste para que yo pudiera nacer, que diste tu vida humana a cambio de la mía. No me va a alcanzar la inmortalidad para compensarte el daño que te hice.
–Está bien, hija.
–No, no está bien mamá. De verdad, lo último que quiero es hacerte daño, ser una estúpida malagradecida… Me arrepiento de lo que dije, ninguna de esas palabras eran verdad. Aunque no hubiera nacido de ti, eres la única madre que hubiera querido tener.
Aunque sabía que era imposible, parecía como si los ojos de mamá estuvieran anegados por las lágrimas.
–Sé que no puedo evitar ni criticar tus errores, pues yo también he cometido bastantes; también lastimé de alguna forma o de otra a la gente que me quería. Te amo, Renesmee, y eso es lo único que importa.
–Te amo, mamá.
De nueva cuenta, di rienda suelta a un llanto lastimero mientras mamá me envolvía en sus brazos y me consolaba como tantas veces lo hizo en el pasado.
Jamás podría perdonarme a mi misma el haberla lastimado, haber dicho esas cosas por más herida que yo me sintiera. No tenía disculpa alguna por hacerle daño a aquellos que más amaba en este mundo, y quienes me habían cuidado desde el primer día de mi vida, sin importar lo que hubieran hecho o dicho antes de mi nacimiento.
–Renesmee, mi bella y preciosa Renesmee –mamá deslizó los dedos de una de sus manos por mi cabello –Siento que hayas tenido que pasar por todo esto. Y en cuanto a lo de Jacob…
–No, no quiero oírlo… –me enderecé al escuchar su nombre.
–Pero…
–Por favor, no quiero tocar el tema de Jacob esta noche. Todavía me falta disculparme con el resto de la familia. El tema de tú y… eso, es algo con lo que no quiero lidiar hoy.
–Está bien, pero sólo déjame decirte algo, ¿si?... Jacob es un buen hombre, y no lo digo porque haya sido mi mejor amigo durante años o por que creas que hubo algo entro nosotros, cosa que no es cierta. Lo digo, porque es cierto. No lo juzgues sin darle el derecho de que te cuente toda la historia.
–Mamá no hay nada qué explicar. Lo de… ustedes es lo más claro de todo este lío.
–Si no te conté esa parte de la historia cuando tú me lo preguntaste, no fue porque me diera vergüenza o porque quisiera ocultártelo, sino que…
–Bella, lo prometimos.
–¿Qué cosa, papá?
Mamá le dedicó una mirada severa a papá antes de contestarme.
–Jacob nos pidió que le permitiéramos que él te contara la historia cuando fuera el momento propicio para ello. Es largo de contar, pero eso es algo que debe hacer él, porque es algo fundamental en su relación. Prometimos hacerlo, por eso no te dije nada cuando me preguntaste sobre el pasado amoroso de Jake.
No entendía qué pudiera haber de nuevo en ese lado de la historia. Por más que Jacob me lo adornara, el caso era el mismo: había amado a mi madre con locura y al no tenerla, se había tenido que conformar conmigo.
–Creo que, es hora de hablar con mis tíos y con el abuelo… Voy a ir a buscarlos.
–No es necesario –dijo papá antes de lanzar un silbido –Ya pueden venir, me imagino que han de haber estado escuchando todo.
En un parpadeo, los tíos Alice, Rose, Jasper, Emmett, así como los abuelos Esme y Carlisle se materializaron delante de mis ojos.
Me levanté de la butaca para acercarme a ellos.
–Tíos, abuelo, siento mucho la forma en que me comporté. Les ofrezco una disculpa por todas esas palabras tan hirientes y tan injustas que les lancé… yo, lo siento mucho. Los amo y…
Y no me dejaron terminar, de pronto, me vi atrapada en un abrazo grupal con el resto de la mi familia. Todos a la vez pronunciamos nuestras palabras de arrepentimiento y perdón.
–Oigan, gracias por quererme tanto, yo también los amo mucho, pero…
–¿Qué sucede, Nessie? –En alguna parte se escuchó la voz de la tía Alice
–Me están apachurrando… son seis contra mi solita…
Rompieron a reír mientras me iban liberando del abrazo.
Sentía mi corazón henchido de amor, había recuperado a mi familia. A pesar del dolor de los días pasados, en el fondo no había perdido la esperanza de que las cosas se solucionaran; era una Cullen, pasara lo que pasara, nada podía cambiar eso.

32 comentarios:

  1. oh q bonita reconciliación ^^

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  2. ooooohh q bonitoo me encanta cuando tocan edward y nessie (L) me ha llegado el capitulooo espero q pronto se reconciliee cn jacob pero seguramete awka tienes un plan malo asi como los vulturis

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  3. jajaajjaja preciosooooo!
    me he imaginado la parte del piano, y casi me pongo a llorar..
    cuidatee

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  4. wawwww llore y todo tengo un nudo en la garganta todavia. miles de gracias por esto midnight girl!!! eres la mejor escribiendo. Ojala esto no termine nunca, aunque se que en algun momento terminara la historia, el saber que son inmortales y sus vidas no terminaran, me iluciona con que sus historias tampoco terminen, me iluciona el hecho que de alguna manera Stephanie prometio seguir escribiendo al decir en el final de amanecer que los Volturis volverian algun dia por lo que tanto querian...

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  5. tienes que incluir la casilla "apasionante" para marcar tambien, me ha encantado :)

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  6. esta tan comobedor que ahh esta estupendo sige asi

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  7. awwwwwwwwwwwwwwwwww................

    q hermoza reconciliacion.....!!!!!


    la parte del pianO z tan lindaaaa.....


    nO pude evitar llorar...T.T

    simplemnte hermozo....

    nO puedo esperar por el aclare con Jake...(L)

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  8. Chicas, muchas gracias por sus palabras, de verdad, me animan a seguir adelante con la historia.
    ¿Les cuento algo? Este capítulo lo escribí anoche entre las once y la cuatro de la madrugada. No tienen idea de cuánto lloré al estarlo escribiendo; tal vez suene algo cursi y hasta ególatra de mi parte, pero es que la parte del recuerdo de Nessie y su padre fue demasiado para mi imaginación. Prácticamente estuve escribiendo con los ojos cerrados, para no perder ningún detalle de la escena.

    Gracias por su apoyo y por tomarse el tiempo de leer esta pequeña historia que nació como remedio para mis noches insomnes. Gracias a tod@s

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  9. Gracias a tí por compartir lo que escribes..... Hay que ser muy valiente para hacerlo, lo digo por experiencia ^^

    No es cursi. Eso que cuentas es tan lindo! Significa que te salió desde el corazón xD Y eso significa que eres una gran escritora

    (Eso si que me quedó cursi a mí xD)

    Pues eso xD. Un besos, y como te han dicho algun@s: no tomes ningún remedio contra el insomnio porque lo que escribes es bellísimo!

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  10. excelente capitulo midnight girl... perfecto... gracias!

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  11. besOooooos!
    awwww
    tOi reemOziiOnadiziimaaa
    midnught gIrl tnes un cOrazOnzothe super inmenzO i grande ps!!
    ze nota q lO hacEs desde el fOndO de thu cOrazOn tOdo estO!!
    mira nOmaz a kuanthOz nos tienes reinvOlucradOs en estOo!!
    wOooW
    milez de felicithacionz
    ^^) zigue a si q nos tiiienezz reemOzionadOz i apazionadOz
    ( cazi me pierdO mi parcial de base de datOs por qdarme en la madrugada leiOdOlo ^^ jijijiji)

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  12. llore no sabes cuant, de verdad me llego esta super hermoso el capitulo, la historia de edward me encanto englobo todo

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  13. Ayer subiste dos capitulos, hoy tmb nos alegraras con dos? o vamos a esperar unos dias? por fa contestame para no quedarme en vela. Gracias.

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  14. para "anonimo" (sorry, no aparece tu nombre) que preguntó, bueno, el día de hoy na más hay un capítulo.
    Mi musa me alcanzó para tres capítulos bastante intensos, sobre todo el último. Me dejó agotada (creo que por primera vez en meses lograré dormirme a las diez de la noche). Ya estoy trabajando en lo que sigue, pero lo quiero hacer con cuidado porque viene algo trascendente en la historia. No adelanto mucho, pero tenganme paciencia...
    Gracias de nuevo por todo el apoyo.

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  15. Me encanto....wow.... sigue asi....

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  16. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  17. wooow,,, yo tambien llore, me encantaron los ultimos capitulos, de vdd que escribes MUY bien,,, estuvo muy tierna la reconsiliacion,, es como que me imagine todo...

    sigue asi, eres muy buena escritora,

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  18. Dios espereo con ansia el siguiente capitulo, "trascendental"...me ha dejado con el alma en vilo, que ganas tengo de que escribas más...eres tan...genial!! :)Ademas tienes una cabeza impresionante,todas las noches me kedo hasta las tantas a ver si metes otro capitulo...yo tengo clase por la tarde y no importa mucho la verdad jajaja merece la pena ;)
    Enfin ya no mareo más, mucha suerte con todo y un besazo :)

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  19. OMG!! te juro qe soe tu
    fan!! mira qe me hiciste llorarr!!!!!
    me encanto la parte del pianoo
    ame eso te juro qe me estaba
    imaginando todo i no pude evitar
    llorar jajajaja....
    amiga de verdad tienes talento
    muchas felicidades tu historia es ((para mi i creo qe para muchas tambien ))
    la mejor de los fanfic sobre Renesmee qe circulan en
    internet!!
    suerte i ojala qe los demas capitulos vengan
    igual de buenos qe este!! =)

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  20. me encantaria q me hicieras llorar en la reconciliacion con jacob.. estoy segura de q puedes doy fe en ti..=) muchos besooooos! de verdad q te admiro un monton para mi hacer esto seria un mundo.. besos desde españaa!

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  21. sOy la visita 4200 :)

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  22. Tu ultimo comentario me dejo desesperada por el proximo capitulo!! jeje
    No es presion, pero no te duermas dale rienda suelta a tu insomnio.
    Suerte!!

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  23. Esperen esta noche otro capítulo... pero es un pre-capitulo del capítulo que estoy tratando de poner orden en mi cabeza... Ay! Es un desorden de ideas el que traigo, pero ya va, ya va.

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  24. me puse a llorar como una boba en la parte del pianooo ajaja no me pude contener, sos la mejor ! :)

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  25. T.T aaaaaay tonta nessi...lloro con ella como lo hacia con bella en luna nueva y en eclipse...

    Eres execelente de verdad hoy fue q encontre
    tu blog con tu historia y estoy completamente enamorada, facinada rotal y rotundamente.. x)
    Me has hecho reir, llorar, gritar de emocion, peliar. DE verdad felicitaciones X SER CAPAZ DE CREAR tan bella historia

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  26. ay que bonito...
    que bonito es lo bonito...
    Sin palabras de veras

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  27. eres lo mejor de lo mejor! de verdad... me has hecho llorar, encontre tu blog por suerte y DIOS MIO! gracias! me has hecho feliiz! no se como explicarlo, gracias y mil gracias, sigue escribiendo asi de bien

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  28. Excelente!!! me hiciste llorar como condenada!!!!!! ciertamente deberias pensar en dedicarte a esto , son muy buenos los capitulos , sin contar la forma que tenes de escribir !!

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  29. Muy cursi la reconciliacion de resto tdo muy bien

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  30. me encanta mucho esta reconsiliacion.
    me gusta mucho crepusculo.
    el tema es que antes ni pensaba en verla, mis amigos fueron a ver al cine luna nueva y en el cole me dicen que estaba re buena entonces yo le digo: "contame igual yo no la voy a ver" entonces me la cuenta. al dia siguiente solo por curiosidad me la compre para verla y la mire y me encanto tanto que luego me compre la primera, y ahora que salio eclipse tambien hasta llegue a comprar el libro amanecer por que no queria esperar tanto tiempo para ver amanecer. ahora me gusta tanto que en mi cuarto tengo lleno de posters de eclipse y hasta se tocar una cancion de esa pelicula me gusta demasiado. en fin voy a segir buscando la partitura de renesmee' song
    disculpen si tengo faltas de ortografia es que estoy apurada.
    besos a las fans de crepusculo.

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  31. Holaa... lei este capitulo y me gustoo mucho... escribes muy bien... me gustaria leer toda la historia que has escrito hasta ahora... y no se como leerla, no encuentro todo, podrías decirme como hago?? gracias..

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  32. hermosoooooo, me emocioné hasta las lagrimas!!!!todas las imagenes volaron en mi cabezita definitivamente tienes muchisimo talento no puedo dejar de leerte ya soy otra fans tuya!!!!

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