Disclaimer

Nombres y personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer (menos los que no salieron en la saga original). Lo único mio es la historia que va uniendo a tan maravillosos personajes.
Esto es un homenaje a una de mis sagas favoritas, sin fines de lucro, por mera distracción.

lunes, 23 de febrero de 2009

RENDICION DE CUENTAS


–Nessie, ¿dime que está pasando? Si voy a ayudarte con tus padres, por lo menos quiero saber a qué atenerme. –La tía Alice trataba de aparentar calma, pero yo sabía que estaba preocupada por lo que se nos venía encima a Jake y a mí. Era realmente frustrante para mi pequeña y delicada tía no poder ver el futuro de mi novio y el mío, ya que por nuestra condición “mestiza”, su don no nos podía alcanzar.
–Tía, si te lo cuento primero a ti que a mis padres, se me arma peor con ellos. Sólo te puedo decir que no paso naaaaaada de naaaaaada con Jacob. Nos quedamos dormidos y en la madrugada me desperté por la incomodidad de estar dormida con unos skinny, me los quité y por eso no los traía puestos cuando llegaron… ¿Segura que esta ropa está bien?
Me había dado un baño mientras la tía sacaba de mi closet lo que ella pesaba que era el outfit más apropiado para la ocasión: un ultra femenino vestidito rosa pastel que me llegaba justo a la rodilla, un suéter de punto blanco y un par de flats rosas. No pude evitar torcer el gesto al ver mi reflejo en el espejo.
–Tía, parezco que voy a la iglesia o que soy una maestra rural.
–Nessie, en estos momentos es preferible que tu padre vea todavía una linda, tierna e inocente señorita, a que te vea con lo que sueles usar normalmente. ¿Qué no sabes que en los juicios, la vestimenta de los que pasan por el estrado influye en gran medida en la percepción del jurado?
–Tía, solo me falta la lonchera para parecer que todavía voy al jardín de niños… No me gusta esta ropaaaaa.
–Deja de rezongar y ponte en papel… Pretende que todavía no sabes nada de la vida, que sigues tan casta e inocente como el día en que naciste.
Mi cara era una cómica mueca de incredulidad.
–¿Qué parte de “nada de nada” no entendiste? ¡No pasó nada con Jacob!
–Tal vez no hoy, pero por la forma en que se estaban besando, no dudaría que va a suceder o que ya pasó… ¡Demonios! Me choca no poder ver tu futuro.
–Menos mal, no quiero que mi familia se entere de mi vida intima… o mejor dicho de mi actualmente inexistente vida íntima.
–Ya está… –Mi tía había acomodado mis rizos en una media cola, dándome una apariencia totalmente inocente… e infantil. –Será mejor que bajemos, no quiero irritar más a tu padre si nos pasamos de los diez minutos que nos dieron.
Salí con la tía Alice siguiéndome a mi espalda; del otro extremo del pasillo vi que Jacob salía por la puerta de lo que antes había sido la habitación de mi papá. Nos encontramos justo en el rellano de las escaleras.
Me sentía un poco aprensiva, dado la explosiva reacción de papá minutos antes. Jacob me dedicó una sonrisa tranquilizadora y me tomó de las manos. Oí como la tía Alice carraspeaba a nuestra espalda, para recordarnos su presencia.
–Hay gente que no entiende… –enarcó la ceja al ver nuestras manos unidas –En fin, será mejor que baje yo primero, cuenten hasta diez y después lo hacen ustedes. Jacob, confío en ti para llevar la conversación, porque esta niña a veces es demasiado voluntariosa y cabezota –la miré con los ojos como plato y una mueca de indignación. Ya conocía mis defectos, no era necesario que me los estuvieran enlistando en esos momentos –y lo que menos necesitan en este momento es hacer enojar más a mis hermanos.
La tía Alice empezó a descender con delicadeza y feminidad por las escaleras. Tenía la gracia de una bailarina para todo lo que hacía.
–¿Lista?
–No, pero dicen que al mal paso darle prisa –traté de esbozar una sonrisa, pero estoy segura que me salió una mueca descompuesta. Sentía un enorme hueco en el estómago de la aprehensión.
–Si no me hubieras dicho que no había más camas en esta casa, no estaríamos pasando por esto…
–Siento mi mentirilla, pero quería asegurarme que te quedaras conmigo. Lo siento…
Jacob me dio un beso en la cabeza, como para infundirme ánimo.
–Bueno, es hora de enfrentar a tu familia. –Se cuadró de hombros y empezó a bajar las escaleras conmigo tomada de la mano. No estaba segura de poder moverme por mí misma, así que agradecí que él fuera quien nos guiaba, porque si de mi dependiera, me hubiera quedado como estatua en el primer escalón.
Al llegar a la planta baja, justo en la sala se encontraba mi familia en pleno, esperando nuestra llegada. El tío Jasper estaba sentado en el sillón de una plaza y la tía Alice se había sentado en el posa-manos del lado derecho; mamá y papá ocupaban el sillón de en medio, mientras el tío Emmett y la tía Rosalie, con sendas caras de disgusto, aguardaban parados atrás de ellos. Los abuelos habían ocupado el sillón de dos plazas que estaba a la derecha del salón.
Papá frunció más el seño cuando vio la mano de Jacob entrelazada con la mía, y a pesar de que esperaba que empezara a dar gritos furiosos como los de momentos antes, extrañamente se quedó en silencio.
–Mamá, papá, familia… hay algo que tengo, o mejor dicho, que tenemos qué decirles –esperé que alguno de mis parientes dijera algo, pero no, guardaron silencio. Nerviosa, miré el rostro de Jake, que me dedicó una mirada cargada de ánimo, dándome la fortaleza para aplacar un poco mis nervios y continuar hablando –Jacob y yo… bueno, verán, él y yo…
–Le pedí a Renesmee que fuera mi novia y aceptó. –Soltó de pronto Jacob, de una manera casual y tranquila. –Me hubiera gustado hablar con ustedes antes, pero…
–¡¿Pero qué?!
–Edward, por favor, recuerda que me prometiste que ibas a calmarte y dejar que Renesmee y Jacob se explicaran –mamá tomó la mano de papá y lo miró a fijamente al rostro, como buscando controlar la furia que probablemente todavía no amainaba en él.
–Pero Bella, la niña…
–Edward –el tono de mamá no daba lugar a peros. –Lo prometiste, así que cálmate y dejemos que nos cuenten la historia.
Miré agradecida a mamá antes de retomar la historia.
–Yo, siento que se hayan tenido que enterar así de mi relación con Jacob y reconozco que yo tengo la culpa de todo este enredo.
–Nessie…
–Déjame explicarme, Jake, por favor. –le lancé una mirada suplicante, tenía que arreglar las cosas si quería que mis padres no terminaran oponiéndose férreamente a mi relación con Jacob. Él asintió suavemente y apretó mi mano para darme ánimos. –Cuando Jake me pidió que tuviéramos una relación, también me pidió hablar con ustedes, pero yo no se lo permití.
–¿Por qué, Nessie? –la abuela parecía realmente preocupada por lo que estaba sucediendo.
–Porque en primer lugar, no era algo que me gustara decírselos por teléfono, en segundo, porque imaginé que iban a reaccionar, sobre todo papá, Jasper y Emmett, tal como lo hicieron en mi recámara. Lo último que quería era que le hicieran daño a Jacob.
–Nena, pero ¿no pensaste que si nos enterábamos de la manera en que lo hicimos, íbamos a enojarnos? Creí que no había secretos entre nosotros.
–Lo siento, mamá… sólo quería esperarme a decírselos en persona. Sabía que les iba a costar aceptar mi relación con Jacob por la cuestión de la edad y porque él prácticamente ha sido uno más de la familia por muchos años.
–¡Tienes toda la razón! –Papá se puso de pié con un movimiento tan rápido que ni me di cuenta cuando lo hizo –Señorita, usted no tiene edad todavía para pensar en esas cosas.
–Papi, mírame, ya soy una adulta, ya di mi último estirón hace dos años. Siempre voy a tener el mismo aspecto, siempre voy a lucir igual, así que hoy o dentro de un año no marca la diferencia. Además, tú le llevas a mamá por lo menos cien años, así que…
–No, sólo le llevo 87 años a tu madre –puse los ojos en blanco, años más, años menos pero el caso era el mismo –Pero tú apenas vas a cumplir nueve…
–Sí, mañana serán nueve años que llegué a este mundo, pero tú, yo y los demás sabemos que mi existencia no se rige por lo normal. Yo crecí en mis primeros tres años, lo que una persona en doce. Y no me digas que no estoy preparada mentalmente, porque mi inteligencia tampoco es como la de los demás, ¿o acaso no recuerdas que a los tres meses de edad ya podía recitar poemas de Tennyson, caminar, leer…?
–Ese no es el punto, Nessie..
–¿Entonces?
–Lo que tu padre quiere decir –mamá se acercó a nosotros con calma –es que para nosotros no es fácil hacernos a la idea de que, como tú dices, prácticamente eres un adulta. Así tengas diez, cuarenta o 158 años, siempre serás nuestra niña. –Mamá acarició mi mejilla con su delicada mano. Sin necesidad de tener el don del tío Jasper, ella era capaz de calmar los temperamentos de papá y el mío –Y tú, Jacob, si Renesmee se negaba a decirnos lo que sucedía, ¿Por qué no nos llamaste tú?
–Sé que no tengo excusa, pero no quería actuar a espaldas de ella. Respeté su decisión, aunque no estaba de acuerdo.
–Sí, sí, muy bonito discurso… pero eso no explica lo que sucedió esta mañana con mi sobrina –el tío Emmett estaba buscando pelea, lo notaba en la forma en que miraba a mi novio. –¿Qué demonios hacían los dos a medio vestir? ¿O la pregunta es demasiado obvia?
–Papá, será mejor que te lo muestre. –Puse mi mano en la fría mejilla de mi padre y dejé que mi don entrara en acción. Le mostré lo sucedido la noche anterior, pero sólo desde la parte en que le pedí a Jacob que se quedara conmigo porque me ponía de nervios estar sola por primera vez, hasta la parte en que a medio dormir, le dije a Jacob que se acostara en mi cama porque no había otras en la casa. Puse mucho énfasis en la parte en que me decía que no era bueno dormir con la ropa que traía y yo replicaba que tenía mucho sueño como para pararme y ponerme el pijama.
–¿Ves? Todo fue muy inocente…
–¿Qué viste, Edward? –preguntó mamá con curiosidad
–Que no pasó nada entre ellos. Efectivamente, se limitaron a dormir, literalmente, toda la noche. –masculló entre dientes, parecía que no era muy feliz al comprobar nuestra inocencia.
Si se enterara de cómo hemos estado a punto de que se nos vayan de control nuestros encuentros cuando nos besamos… ahí sí le da un ataque. Si mi novio no fuera tan ‘chapado a la antigua’…Maldita regla de los seis meses
–¡Renesmee Carlie Cullen!
“Oh, maravilloso”
Los demás miraron extrañados a papá, no entendían el por qué del grito. Ellos no sabían, pero yo si.
–¡Salte de mi cabeza! Prometiste que no lo ibas a hacer más. –dije acusadoramente
–¿Qué sucede, Edward?
–Tú hija, eso es lo que sucede… tú hija y sus hormonas.
Probablemente, en otro momento y con otra gente, la situación me hubiera parecido de lo más cómica, pero en esos momentos estaba por empezar a bullir de furia. Hacía tiempo que papá me había prometido no hurgar en mi mente, ignorar mis pensamientos lo más posible para respetar mi intimidad. Confiaba en su palabra, pero por si las dudas, procuraba pensar en otras cosas cuando él estaba cerca y no quería que él se enterara. Por ejemplo, cuando había algo que me molestaba, empezaba a cantar en mi mente “La Marsellesa”, el himno de la Revolución Francesa. Era un tip que me había pasado la tía Alice.
Papá miró fijamente a mi novio por un largo rato, sin mover ni un solo dedo o pestañar; si algún extraño nos hubiera mirado a través de la ventana, bien podría haber pensado que papá era una bella estatua de marfil. Conforme pasaban los minutos, la mascara de frialdad que era su rostro se relajó un poco.
–Bien, Jacob. Te agradezco el control que has mostrado con esta niña tan… atrabancada. Y gracias por no precipitar las cosas. ¿Con que seis meses, no?–dijo irónicamente.
–¡Genial! Ahora estás hurgando en la mente de mi novio –sentí que mis mejillas se tornaban tan rojas como un tomate. ¿Por qué los padres eran unos especialistas en abochornarnos? Mi novio no sabía como yo cómo despistar el radar que tenía mi papá para detectar los pensamientos de los demás. Probablemente se enteraría de más cosas de las que yo no quería que supiera.
–¿Qué quieres decir con eso de “seis meses”? –Por fin habló la tía Rose, que se había limitado a guardar silencio y a lanzarle miradas asesinas a Jacob.
–Eso quiere decir que Jacob va a hablar a solas con Bella y conmigo… Tú –señaló a mi novio con el dedo índice derecho. Papá era centímetros más bajo que Jacob, pero cuando se ponía en el papel del furibundo Edward Cullen, parecía que fuera un coloso de mármol de cinco metros como mínimo– al despacho de Carlisle.
–¡Hey, esto también me incumbe a mi! Yo también voy.
–No –el tono de papá no dejaba lugar a discusiones. Era el tono que siempre usaba cuando ya había tomado una decisión y no había nada en el universo entero que lo hiciera cambiar de parecer. –Tú te quedas con el resto de la familia. Es hora de que los adultos charlen.
Y sin más, los tres se enfilaron hacia el despacho del abuelo. Jake me lanzó una rápida mirada y quedamente me dijo “todo saldrá bien”.
La tía Alice se acercó y me tomó de la mano.
–Todo va a salir bien, te lo prometo.
–¿Lo viste en tus visiones?
–No, pero hay cosas del destino que ya están escritas contra las que no se puede pelear.
Esperaba que mi tía tuviera razón, porque lo último que quería era tener que empezar a luchar por mi incipiente relación. No creía capaz de sacrificar a mi familia por el amor de mi vida y viceversa. ¡Que lio!

7 comentarios:

  1. eres completamente estupenda una exelente escritoro me tienes facinada con esta historia ya quiero leer lo que sige pero tomate todo el tiempo que nesecites nosotr@ sabremos esperar

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  2. tienes un superrrr dOn !!!!!
    en seriiO!!
    eres increible px!!!
    no m pierdOoo ninguno de thuuus capithOz x Dios cada vez esta super wOoou
    zaludithOz desde Guatemala

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  3. Por favor no tardes mucho en subir otro capitulo, esta muy bien tu historia. Gracias.

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  4. sos inceibleeeee!! :)
    no aguanto a que sigas escribiendo me mata la curiosidad jajaja, despues de leer amanecer me moria de ganas por saber como seguia la historia, y me encanto como la seguistes vos ^^

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  5. hola me encanta la historia; casi todos los dias leo.
    tomate el tiempo que quieras en escribir el siguiente

    :) sigue asi

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  6. porfis! porfis! sigue escribiendo seguidooooo

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  7. pleaseee amigaaa!!!
    me estoe comiendo las
    unassss!! =S jajajajaja
    esta geniallll
    sigue escribiendoo!!!!!!
    jajajaja para nada
    es presion ok! jjajajajaja

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