Disclaimer

Nombres y personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer (menos los que no salieron en la saga original). Lo único mio es la historia que va uniendo a tan maravillosos personajes.
Esto es un homenaje a una de mis sagas favoritas, sin fines de lucro, por mera distracción.

domingo, 8 de febrero de 2009

RECAPITULANDO


Esa noche no pude conciliar el sueño, aunque todo lo que había pasado en ese día era como para que me hubiera dejado exhausta. Pero nada más cerrar los ojos, rememoraba el beso de Jake, y eso bastaba para que el corazón me latiera más aprisa y me olvidara de respirar.
Me volví a girar en la cama, tratando de encontrar una posición cómoda y que se prestara para que el sueño me venciera. Conté borregos, pumas, murciélagos, licántropos y nada. Así que en lugar de luchar inútilmente contra mi mente, le di rienda suelta, total, a lo mejor recordando el día vivido, tal vez así pudiera dormirme al fin.
Después de terminar nuestro beso, ninguno dijo nada, no era necesario. Jacob me acurrucó contra su pecho y se limitó a jugar con mi pelo. Yo me limité a trazar con mis dedos líneas imaginarias sobre su pecho.
No sé por cuanto tiempo estuvimos ahí, pero sólo hasta que el abuelo nos llamó para ir a cenar, fue entonces cuando decidimos movernos. Jacob sólo me soltó para poder salir del auto, pero toda la noche tuvo mi mano entrelazada a la suya. Mi abuelo hizo una mueca rara cuando nos vio, pero se contuvo para decirme algo, los demás pareció no extrañarles nuestro comportamiento, como si fuera lo más normal del mundo. Tal vez Jacob les había comentado algo sobre nosotros, aunque técnicamente no sabía qué tanto había de “nosotros” o de qué forma se aplicaba el “nosotros”. La que tampoco brincaba de alegría era Leah, casi podría jurar que la escuché gruñir cada vez que por casualidad estaba junto a ella.
No recuerdo haber comido, en primera porque no me gusta el pescado, en segunda porque estaba tan embobada con Jacob que tuve suerte de recordad respirar. ¿Qué me pasaba? ¿Era normal que me volviera una completa imbécil estando junto a él? Es que lo único que me faltaba era ponerme a babear como San Bernardo, pero lo chistoso es que solo cuando no estaba junto a Jake era cuando me daba cuenta de mi comportamiento. Si la tía Rosalie me viera…
Después de la cena, y ya después que Sam se retirara con sus niños, así como Claire que, ¡oh, sorpresa!, había asistido con su mamá y Quil, se fueron (menos el niñero-esclavo, y eso porque tuvimos que rogarle para que se quedaran), bajamos a la playa y encendimos una fogata. Fue divertidísimo estar con el resto de los chicos, el abuelo y Billy, que nos contó historias sobre los Quileutes,
Pasada la media noche fue que regresamos a casa. Jacob nos acompañó hasta el auto, y una vez que el abuelo se acomodó en el asiento del copiloto (decidí manejar yo de regreso, porque Charlie ya no podía mantener los ojos abiertos), se acercó a mí y me abrazó. Yo esperé como mínimo una réplica del beso anterior, más me sorprendió cuando con su mano retiró algunos mechones de pelo de mi cara, y esbozó una sonrisita traviesa, me besó en la frente. Creo que notó mi desconcierto, porque me susurró al oído “no es buena idea con tu abuelo enfrente. Mañana temprano paso por ti, tenemos mucho de qué hablar. Sueña conmigo”. Creo que le contesté que sí o hasta mañana, no recuerdo bien qué. Pero de pronto, ya estaba yo conduciendo de regreso a casa.
Justo cuando le di las buenas noches, el abuelo hizo un esfuerzo para mantenerse despierto y soltar aquello que tenía atorado desde horas antes.
–Nessie, espera…
–¿Si, abuelo?
Se paró frente a mi y con sus profundos ojos cafés, idénticos a los míos, pero cargados con mucha más experiencia, me miró largamente antes de proseguir.
–¿Tú y Jacob Black…?
–¿Jake y yo qué? –puse mi cara a lo “Shirley Temple”, la que siempre me servía cuando quería lucir angelicalmente inocente.
–Nessie… –el abuelo se frotó la frente, medio exasperado, medio buscando las palabras correctas –Hija, lo único que quiero es que no te hagan daño. No sé qué hay exactamente entre ustedes dos, pero hay algo, no me mientas tratando de negarlo.
Me sentí algo culpable. El abuelo lo único que buscaba era protegerme de cualquier potencial daño.
–Abuelo, tienes razón: sí hay algo con Jacob, el “qué”, no lo sé, no podría definirlo aún. Pero, para ser sincera contigo, no esperaba sentir algo así.
De pronto, la expresión del abuelo parecía haberse echado encima un par de años más.
–Me lo temía. Esa es la misma expresión que tenía Bella cuando salió por primera vez con tu padre… Sólo cuídate, por favor. Sé que no puedo pedirte que hagas o dejes de hacer ciertas cosas, pero es lo único que te pido, cuídate, no quiero que salgas lastimada.
Me abrazó con fuerza, y de nuevo, un recuerdo de él que se transfería a mi cabeza. Mamá, o alguien que parecía mi madre, lucía bastante mal, casi catatónica. Lo más impactante eran sus ojos, que parecían vacíos, pero a la vez, llenos de algo que iba más allá del dolor. La sola imagen me provocó leves temblores en mi cuerpo.
–¿Tienes frio, Nessie? Ya lo creo con esa ropa tan corta… Será mejor que vayas y te pongas la pijama sino quieres pescar un buen resfriado.
Le volví a dar un beso en la mejilla al abuelo y dije “buenas noches”. Pero la imagen de mamá no dejaba de darme vueltas en la cabeza, ¿por qué estaba así? ¿Qué había sucedido? ¿Fue antes de conocer a papá? ¿Por qué justo cuando el abuelo mencionaba la primera cita de mis padres, vino ese recuerdo a su mente?
Esa era una de las tantas cosas que daban vueltas en mi mente, sin permitirme dormir.
Otra de ellas, era algo que había visto durante la cena. Claire llegó junto a su madre y a Quil, cada uno agarrado de una de las manos de la niña. Lo que me llamó la atención fue la pulsera intrincadamente trenzada, de cuero color chocolate. En alguna parte había visto otra parecida, pero no podía recordar dónde. Mi memoria si bien, era capaz de almacenar ciertos recuerdos desde el primer día que vi la luz en este mundo, también poseía la debilidad humana de no albergarlos todos. Algunos terminaban en mi conciencia, y otros, alojados en el oscuro manto de la inconciencia. Le pregunté a Claire de dónde había salido tan bonito accesorio, a lo que me contestó que Quil se la había regalado.
Le comenté esto a Jacob, pero no dijo nada al respecto, hasta que se me ocurrió decir que iba a pedirle a Quil que me hiciera una pulsera parecida. Jake se puso serio y me dijo que él sería quien me la haría a mí. El comentario no me hubiera escaldado si no fuera porque lo había dicho como si pedírselo a alguien más fuera algo inapropiado.
En algún momento el sueño me venció, pero el sonido del abuelo tocando mi puerta a la vez que decía “Nessie, te buscan”, fue lo que me despertó. Me senté en la cama y mientras me mesaba el cabello con mis manos, recordé que Jacob había quedado en pasar por mi temprano. ¡Maldición! Me había quedado dormida y no estaba lista.
Abrí la puerta y alcancé a detener a mi abuelo antes de que empezara a bajar las escaleras.
–pss… pss… abuelo –dije casi en un susurro. Mi voz todavía sonaba algo enronquecida por el sueño –¿Es Jacob?
–Sí… ¿quieres que le diga que venga más tarde?
–¡No!... entretenlo mientras me pongo presentable. Denme quince minutos para lucir como ser humano otra vez.
No esperé la respuesta del abuelo, cerré la puerta y como poseída me abalancé sobre mi equipaje aún no deshecho. Con velocidad casi supersónica saqué un short caqui y una blusa roja. ¿Pero es que la tía Alice había sacado de mis maletas los pantalones de mezclilla comunes y había metido todo aquello que no sobrepasara los 30 centímetros de largo? En fin, no tenía tiempo como para ponerme a buscar algo más, así que agarré mi ropa y mi neceser y me metí al baño.
Nunca en la vida había logrado estar lista en menos de 15 minutos, así que creo que había batido un record entre las mujeres Cullen. Dándome un último vistazo en el espejo de la habitación, decidí bajar, no quería hacer esperar más a Jacob.
Lo encontré tomando una taza de café con el abuelo mientras hablaban no sé qué cosas sobre un taller. Imaginé que era el taller de Jacob, pero no presté demasiada atención a eso, sino más bien al imponente hombre que se levantó nada más verme en el marco de la puerta. Ese día, Jacob vestía un par de desgastados jeans y una camiseta negra que se le ajustaba bastante en su musculatura. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no empezar a hiperventilar o a babear. ¿Por qué tenía que ser tan espectacular mi Jacob?.. Mi Jacob, hacía años que no le decía así. Cuando parecía de nos 3 ó 5 años, así era como lo llamaba, “mi Jacob”, pero a medida que empecé a crecer más y más, el viejo mote quedó en el olvido.
–Buenos días, Nessie… ¿lista para irnos?
–Ajá… –¿realmente mi voz sonó tan patéticamente derretida? “¡Por Dios, Nessie!” me reprendí, sino me concentraba, iba a terminar por ponerme en vergüenza yo solita. –Digo, Buenos días… sí, podemos irnos cuando quieras.
–Entonces, en marcha.
–Hey, un momento…. –el abuelo se giró un poco en la silla para detenernos justo cuando emprendíamos la marcha –Creo que sería buena idea que desayunaras algo primero. Ya te dije que mientras estés aquí, me voy a cerciorar que te alimentes bien. Jacob, a ver si me ayudas con esta niña, que casi no come.
–No te preocupes, Charlie. Que nuestra salida incluye el desayuno.
–Aunque por la hora, más bien va a ser almuerzo –El reloj de la cocina marcaban las 11:32 de la mañana.
–Como sea, asegúrate de alimentar bien a mi niña, ¿entendido?
–Entendido y anotado, señor –Jacob hizo un saludo militar al abuelo.
–Ya vámonos. –Agarré la mano de Jake y empecé a arrastrarlo hacia la puerta –¡Nos vemos al rato, abuelo…! –grité prácticamente desde la calle.
Aún de la mano de Jacob, llegamos hasta donde estaba una enorme camioneta gris plata. Jacob me abrió la puerta para que pudiera acomodarme.
–Bueno, tal vez no es un Mercedes o uno de los Jeeps de Emmet, pero creo que nos servirá para nuestro paseo.
–Jacob Black, haces que suene como si fuera una snob, y no lo soy –le saqué la lengua
–Ja, ja, ja, mi niña tan susceptible… Sé que no lo eres, solo bromeaba. ¿Me perdonas?
–Mmm solo porque eres tú.
Jacob soltó una fuerte carcajada, parecía bastante divertido. Cerró la puerta e inmediatamente rodeo la camioneta para subirse por su lado.
Antes de encender el motor, giró de pronto hacia mí, y en un parpadeo, me besó. No fue tan devastador como nuestro primer beso, pero tampoco estuvo nada mal. Aunque para mi desilusión, duró menos de lo que me hubiera gustado.
Todavía tenía los ojos cerrados cuando él dijo:
–Ya puedes respirar, Nessie. –abrí los ojos y su rostro aún estaba muy cerca del mío –¿Sabes? Tus reacciones resultan bastante buenas para mi ego.
–¡Tonto! –le dí un ligero puñetazo en el hombro –No creo que tu ego necesite más estímulos. Es tan grande como el Empire State.
Jake tomó mi mano aún empuñada y me besó en los nudillos.
–Lo bueno es que te tengo a ti para que mi ego no crezca tan descomunalmente, ¿no?... Tenía muchas ganas de besarte. Tener que esperar 14 horas, 23 minutos y … –echó un rápido vistazo al reloj que llevaba en su muñeca izquierda– dieciséis segundos para besar a mi novia me estaba volviendo loco… en fin, eso lo hablamos más tarde. Es mejor que nos vayamos, si no queremos seguirle dando un buen espectáculo a tu abuelo, que nos ve a través de la ventana.
Yo no pude responder nada, porque con eso del “para besar a mi novia” me dejó completamente muda. ¿Su novia? ¿me había perdido de algo? Porque hasta donde yo lo recuerdo, Jacob jamás me preguntó o me pidió que fuera su novia. No señor.
Tal vez fuera un poquito coqueta e impulsiva, pero eso no quitaba que mis papás me habían educado a la vieja usanza. No, señor, Jacob Black tenía que hacer las cosas como Dios manda. De eso me iba a encargar yo.

4 comentarios:

  1. hola, solo queria decirte que eres muy buena escritora, lo tomaras por hobie en tus momentos de insomnio, pero la verdad que hace que la imaginacion vuele, me gusta el umbo que esta tomando entre jacob y renesmee

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  2. Zii lo msmo digo...[!]

    es impresionante el rumbo que va tomando la historia te deja al borde del asiento...x)

    Ezpero que lo sigaz haciendo ya que se te da muy bien...!

    No puedo esperar para leer lo que sigue..!

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  3. ya quiero leer el siguiente, la vdd estoy picada con la historia

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  4. muy bien, jaja despues de lo que sufrio jacob al ver a nessie con el rubio que bueno que paso su primer beso juntos.... me encantan la reacciones de nessie pone a jacob como un dios

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