Disclaimer

Nombres y personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer (menos los que no salieron en la saga original). Lo único mio es la historia que va uniendo a tan maravillosos personajes.
Esto es un homenaje a una de mis sagas favoritas, sin fines de lucro, por mera distracción.

lunes, 6 de abril de 2009

CELOS

–¿Vas a responderme, mujer? ¡¿Quién demonios es el tal Jacob Black?!

Stanislav me tomó por los hombros y me acercó a él, tanto que su frio aliento chocaba a milímetros de mi rostro.

–No… no lo sé…

–¡¿Es alguien de tu pasado?!

–No lo sé… –mi voz sonó apagada, mientras mi mirada estaba perdida, pues buscaba frenéticamente la respuesta dentro de nublada mente.

–¡Maldita sea! ¿Quién es? –esta vez, Stanislav me zarandeó fuertemente, tanto que sentí dolor por la presión que sus manos ejercían en mi cuerpo.

–¡No sé!... ¡Suéltame que me haces daño! –le grité enfurecida mientras que con fuerza me zafé de su contacto –¿Qué parte de “no sé” no te queda clara? ¡No sé quien es Jacob Black! ¡Ni tampoco sé por qué puedo ver con claridad su rostro o por qué su recuerdo me duele!

La fuerza de mi voz retumbó en el garaje. Instintivamente, me abracé a mi misma, acariciando con mis manos ahí donde las de Stanislav me habían sujetado con fuerza. Imaginé que a pesar de que yo era más resistente al humano promedio, me iban a quedar marcas en la piel.

–Lo siento… –la voz de Stan sonó extraña, como si realmente lamentara haber sido brusco conmigo. No me digné siquiera a mirarle; estaba molesta por su reacción y furiosa por el hecho de que mi mente no fuera capaz de retener más que pequeños atisbos de mi pasado. –No pretendía hacerte daño.

–¿No? –dije sarcásticamente, mientras mantenía el rostro ladeado, mirando hacia cualquier otra parte que no fuera él.

–Te dije que parte de mi naturaleza vampírica lleva consigo el egoísmo, ¿no? Y también debería agregar que solemos ser bastante egocéntricos.

–¿Egocéntrico tú? ¡Nunca lo hubiera creído!

–Atena… –puso su mano bajo mi mentón y me obligó girar el rostro para verle directamente a la cara –Lo siento, no quise ser tan rudo… sólo que no es muy bueno para mi ego que después de anoche, de pronto el nombre de ese Jacob se instale en tus sueños y en tus recuerdos.

–¿Qué quieres decir? –pregunté confundida, ¿de qué demonios estaba hablando?

–¿Recuerdas que te dije que hablabas dormida?

–Ajá…

Stanislav soltó mi rostro y se llevó las manos a los bolsillos traseros de su pantalón. Ahora fue él quien paseaba la mirada por todos lados sin detenerse a mirarme un solo instante.

–Cuando te quedaste dormida, yo me quedé ahí, a tu lado… –suspiró profundamente –Y de pronto, te removiste inquieta y lo llamaste… dijiste “Jacob, mi Jacob”.

–No recuerdo haber soñado nada…

–Pues debiste estar soñando con él, pues lo llamabas entre suspiros…

Nos quedamos viéndonos el uno al otro. El me miraba interrogante, mientras yo lo hacía desesperada. ¿Es que no iba a poder recuperar nunca la historia de mi vida? Había tratado de ir obteniendo información sobre quién era esta “Atena” pero nadie me contestaba claramente Sólo eran respuestas demasiado vagas; se excusaban con el hecho de que no podían forzar mi mente y que poco a poco tenía que ir recobrando mis recuerdos cuando mi cerebro lo hiciera por sí mismo, justo cuando estuviera preparado.

Había intentado que por lo menos me contaran cuál era mi dinámica familiar, cómo me llevaba con Gianna, mi hermana, cómo era mi carácter con respecto a todos estos vampiros que prácticamente me habían criado, o cómo era yo en general antes del accidente. Pero nada,  se rehusaban a usar más de una frase corta para contestar mis preguntas.

Siempre has sido tal y como eres ahora. Bueno, salvo que no eras tan remilgosa con nuestra forma de alimentarnos”, era la respuesta más larga que había obtenido de Apolo.  Cuando quise preguntarle algo a Stanislav, se limitó a decirme que antes de esto, no habíamos tenido ningún tipo de trato

La guardia está compuesta en su totalidad por 50 vampiros, pero son pocos lo que están de fijo en Volterra. Por lo general nos dispersamos alrededor del mundo para mantener bajo control a los de nuestra raza. Antes de entrenarte, no tuvimos contacto alguno. Ni tu ni yo estuvimos jamás en el mismo lugar como para habernos conocido antes.

–No sé quien es ese Jacob ni por qué sueño con él –dije volviendo al presente –Supongo que es alguien que conocí hace tiempo –dije sumiendo los hombros y con la mirada gacha.

–Supongo… –Stanislav volvió a estrecharme en sus brazos –¿Has vuelto a recordar cosas de tu pasado?  –su voz sonó casual, pero detecté la nota de interés oculta.

–No mucho, realmente. Sólo un par de retazos pero que parecen no tener relación entre si… Es como intentar armar un rompecabezas de un millón de piezas y sin saber realmente de qué figura se trata.

Stan me estrechó más fuerte contra su frío y duro pecho y depositó un breve beso sobre mi cabeza.

–Cuando menos lo pienses, tal vez más pronto de lo que crees, tendrás tu vida de regreso.

–Eso espero… –suspiré profundamente –Imagino que el golpe que me di contra las rocas cuando caí al tratar de huir de los Cullen fue baste fuerte como para dejarme sin recuerdos…

–Será mejor que entremos de una buena vez. –Stanislav me soltó de pronto y emprendió la marcha al interior del palazzo.

Me desconcertaba este tipo de cambios de humor tan bruscos de él, sobre todo aquellos que se presentaban cuando yo trataba de obtener información de mi pasado a través de él, o como en este caso, cuando hablaba de la noche en que había perdido la memoria.

No soy bueno, no soy de fiar y no merezco tenerte…

Esas habían sido sus palabras, y una pequeña vocecita en mi interior me dijo que debía tomarlas en cuenta y no dejarlas pasar por alto.

Lo seguí un par de pasos atrás, y sin poder evitarlo, empecé a recordar lo sucedido apenas unas horas antes, cuando Stan y yo habíamos estado tan cerca…

–¿Estás… segura? –me preguntó entrecortadamente mientras sus labios volvían a atacar los míos, con un beso apasionado y ansioso que me arrancó unos ruiditos lastimeros de la garganta.

–Sí… –fue todo lo que puse decir, mientras mi mente se sumía en el sopor de la excitación que corría vertiginosamente por mis venas.

Acarició la suave piel de mi mandíbula con el pulgar; instintivamente, separé mis carnosos labios, esperando saborear la frialdad tan dulce de los suyos, tal y como lo había hecho momentos antes. Fui consciente de que estaba sentada en su regazo, envolviendo su cintura con mis piernas, encajando nuestros cuerpos maravillosamente bien, igual que piezas que faltaran en un rompecabezas.

Se inclinó, ladeó su cabeza y me besó como si deseara hacerlo desde hace mucho tiempo. Fue un beso dulce, nada exigente; cerré los ojos y le rodee el cuello con los brazos, apretándome aún más contra su macizo cuerpo.

Stan gimió, como si su frío cuerpo hirviera en su interior. El deseo lo consumía, al igual que a mi, lo pude ver en el brillo de sus ojos carmesí.

Una vocecita muy lejana me decía que debía parar esto, ponerle fin al desastre que traería esto, pero mi cuerpo no obedecía. La sangre me martilleaba con furia en los oídos, agolpándose en el centro; la necesidad se apoderó de mí, ardiente e insoportablemente intensa. A medida que iba siendo consiente de cada parte de mi cuerpo apoyada en el de él, mi control se iba erosionando aún más.

Intensificó el beso y de mi garganta escapó un suave sollozo de rendición. Introdujo la lengua en mi boca, profundamente y le respondí con mi lengua sedosa. Noté los pezones erguidos bajo el algodón de su camisa, deseando con desesperación sentir sus caricias ahí. Con manos diestras, fue desabrochando uno a uno los botones de la camisa, dejándola resbalar por encima de mis hombros hasta mi cintura. Me cubrí tímida, sin estar segura si era la primera vez que estaba semi-desnuda frente a un hombre; o por lo menos, así lo sentí, como si fuera mi primera vez.

Me envolvió en la helada, pero a la vez, ardiente prisión de sus brazos. Me besó a un lado del cuello y regresó a mi boca, inclinando la cabeza primer a un lado y luego al otro, como deseando más, incapaz de saciarse. Sentí como si me ahogara, como si apenas fuera capaz de respirar, pero aún así, me negué a tomar aire. Me apretó aún más contra él y di un gritito ahogado, clavando mis dientes contra su labio inferior, al notar la dureza de su cuerpo excitado.

La pasión nos devoraba. Volvió a besarme de un modo casi salvaje, y le devolví el beso con la misma intensidad. Puso su mano sobre mi pecho derecho y me estremecí tanto por lo frío de su tacto como por el placer. Me besó el cuello abajo hasta llegar al pezón, erguido y tembloroso, lo lamió y después cubrió el seno con la boca.

Con un movimiento rápido, Stanislav se libró de la camisa y mi bikini, arrojándolos a alguna parte del chalet. De pronto, levantó mi cuerpo desnudo en sus brazos y me llevó hasta la cama.

–La puerta… –susurré suavemente, recordando que no le había puesto el seguro.

–Nadie se atreverá a entrar… –replicó el con seguridad.

Volvió a besarme y se detuvo para quitarse la camisa. Sentía que no podía esperar más, deseaba sentirlo a mi lado, satisfacer esa necesidad tan dolorosa que me embargaba. Lo vi deshacerse de las botas, desabrocharse el pantalón y recostarse a mi lado en la cama.

–¿Estás segura? ¿Estás segura que esto es lo que quieres? Si hacemos el amor… no habrá marcha atrás.

Sentí que me había quedado sin voz ante la intensidad de su mirada. Tenía que darle crédito al hecho de que a pesar de que la pasión parecía irnos consumiendo hasta la inconsciencia, aún así me daba el derecho de elegir.

Acaricié su masculino perfil con mis dedos, deteniéndome en la suavidad de sus labios. Lo besé larga y esmeradamente en la boca, siguiendo por un lado del cuello,  después por la oreja.

–Te deseo –dije en voz baja –Te necesito y nada más importa.

Alguna parte remota me advertía que eso no era verdad, que lo que pasara esta noche importaba mucho, pero en aquel momento me daba lo mismo.

Stanislav me besó, acarició mis pechos con suavidad; deslizó la palma de su mano por la zona lisa bajo el ombligo y siguió el camino más allá…

Me puse tensa al sospechar sus intenciones.

–Confía en mí. Deja que haga que nos guste a lo dos.

Sus palabras me tranquilizaron, relajándome un poco y Stan pudo situarse entre mis piernas, acariciándome con suavidad primero y después más profundamente, de un modo tan rítmico que hacía que me retorciera en el colchón con los dedos clavados en su espalda.

–Stan… por favor… no puedo… No… No puedo más.

–Relájate, cariño, tranquila. –Cambió de posición, oprimiendo  la dureza rígida de su bragadura contra la carne cálida y húmeda de mi conducto –Confía en mí y relájate.

Me poseyó con cuidado, como si buscara no lastimarme. Su rostro reflejaba un placer insoportable, pero también me di cuenta que luchaba por no perder por completo el control. Cuando llegó a la barrera de mi inocencia, se contuvo unos momentos más, permitiéndome amoldarme a él.

–Stan… –susurré vacilante, pero aún así, mi cuerpo se movía impaciente bajo el de él. –No te detengas…

–No podría… ni aunque mi existencia dependiera de ello.

Un beso ardiente y apasionado, y me penetró hasta el fondo. Solté el aliento con fuerza y después le devolví el beso, a la vez que lo tentaba con las manos, acariciaba las costillas, palpaba sus músculos y tendones, como si quisiera aprendérmelo centímetro a centímetro.

–Dios mío, Ren… Atena…

Mi respuesta inocente pero instintivamente apasionada pareció volverlo loco, impidiéndole contenerse más, como si hubiera estado absteniéndose mucho tiempo y me deseara demasiado. Retrocedió y volvió a tomarme, una y otra vez, tomándome profundamente con embates sucesivos. Me arqueé contra él, entregándome por completo al placer, sintiendo como un potente estallido en mi interior. Unos cuantos empujes más y mi cuerpo se apretó contra el de Stanislav, curvándome debajo de él, alcanzado mi propio clímax, tensa como un arco.

Stanislav me besó nuevamente, antes de rodearme con sus brazos y girar, de tal manera que dejó que yo quedara encima de él, apoyando mi cabeza sobre su duro pecho. Me sentía abrumada por la fuerza del deseo, sorprendida por el hecho de que había sido virgen, pura aunque no ingenua por la facilidad de una amante experta con la que había respondido a las caricias de Stan. ¿Qué clase de mujer había sido durante mi vida previa? No estaba segura de la respuesta.

–¿Estás bien? –preguntó Stan después de un rato. Por su tono de voz, imaginé que él estaría tan sorprendido como yo. ¿Qué podía decirle? Ahí, apoyada contra su pecho, envuelta en su frío abrazo, sintiéndome tan viva, pero a la vez tan confundida, ¿qué podía responder? Así que opté por la salida cobarde: cerré los ojos y fingí dormir. Imaginé que Stan iba a querer hablar, preguntar cosas que ni siquiera yo sabría qué contestar.

Al no obtener ninguna respuesta de mi parte, Stanislav no insistió. Sentí que cubría nuestros cuerpos con la colcha y me acercaba más a su cuerpo. Agradecí que no se apartara de mi, que no buscara romper nuestro contacto, porque a pesar de que no quería enfrentarme a él, tampoco quería alejarme de él.

El sueño poco a poco fue apresándome, haciendo que la maraña de pensamientos fuera quedando relegada en algún lugar de mi mente.

 

 

Me desperté sola. El lugar de Stanislav estaba vacío, pero aún así pude percibir su aroma en la almohada. Me dejé caer nuevamente contra la cama, desnuda mientras contemplaba las vigas del techo. Me dolía el cuerpo en sitios donde no me había dolido nunca, o por lo menos que yo recordara; el dolor suave que sentía entre las piernas me recordaba lo que había perdido la noche anterior.

Cerré los ojos mientras suspiraba profundamente y me estiraba perezosamente sobre la cama. Stanislav me había hecho el amor. Me había hecho sentir un placer inimaginable. Había sido salvaje en su deseo y al mismo tiempo, tierno. Sonreí al recordar cada una de sus caricias y mi corazón empezó a latir desbocado al rememorar el esculpido cuerpo de Stan.

–Veo que ya estás despierta –su voz tronó como si fuera un relámpago anunciando la tormenta. Abrí los ojos, encontrándome con un par de feroces ojos escarlata.

–Eerrr.. sí, acabo de despertar. –de pronto, me sentí nerviosa y un poco cohibida al ser consiente de mi desnudez. Agarré con fuerza la colcha que cubría mi cuerpo, y la apreté con fuerza contra mí, como si fuera un escudo protector.

–Ten –dejó bruscamente un bulto de ropa sobre la colcha –puedes usar esto para vestir.

–Gra… gracias –dije nerviosa, sin comprender del todo su frialdad. ¿Había hecho algo mal? ¿Es que lo que había sido para mi una experiencia inolvidable, para él era algo decepcionante?

Sin más, Stan se retiró, dejándome sola. Imaginé que en parte era para darme cierta privacidad, aunque ya me había visto tan desnuda como el día que nací, ¿entonces?... A toda velocidad, me puse el short y la camiseta que me había dejado. Me pasé los dedos por el cabello, esperando con eso no tener tan mal aspecto y verme por lo menos medianamente bien. Algo recelosa, bajé los escalones hasta la planta baja, donde Stan me esperaba apoyado contra la pared, cruzado de brazos y el semblante serio; de alguna manera, su actitud me recordó al rudo matón de una película antigua.

–Voy a entrar al baño… yo…

–Adelante

A toda velocidad, me di un baño, me lavé los dientes y me ocupé de todos y cada uno de esos pequeños rituales de higiene humana. Al salir del cuarto de baño, me percaté que a un lado de la puerta habían ido a parar, hechos un ovillo, la camisa y el bikini de la noche anterior. Al recordar cómo los había perdido, no pude evitar sonrojarme nuevamente.

–Ven –más que una petición, las palabras de Stanislav sonaron como una especie de orden militar. Él estaba rígidamente sentado en el sofá, con la mirada fija en el infinito, pero aun así era consiente de mi presencia.

Con paso decidido me acerqué a él; tenía mi orgullo y no pensaba demostrarle ni lo incómoda que me sentía ni lo mal que estaba sentándome esa actitud tan fría hacia mi.

–¿Qué pasa?

Stanislav me miró fijamente, taladrándome con la mirada. Sin voltear o parpadear siquiera, estiró la mano hacia la mesilla que tenía al lado derecho y tomó una especie de frasco que contenía un líquido rojo oscuro. No necesité esforzarme mucho para saber de qué se trataba.

Enarqué la mirada interrogante.

–Supongo que el ardor por la sed no se te ha pasado. Es de cerdo –arrugué la cara –el menú no era muy amplio y, después de todo, te viene bien.

Al escucharle hablar de la sed, sentí un picor en la garganta, recordándome esa otra necesidad que no había sido saciada la noche anterior.

A pesar de mi desagrado inicial, tomé el frasco y le di un largo trago al contenido. Pensé que iba a terminar vomitando, pero no, el sabor de la sangre empezó a calmar el ardor, aunque no del todo.

–Toma –volvió a decir, esta vez estirando su fría mano hacia mí para entregarme una cajita blanca con verde donde se leía “NorLevo”. Fruncí el ceño, confundida mientras habría la cajita y del interior sacaba una tira naranja metalizada con dos pastillitas blancas en su interior. Lo miré sin comprender –Anoche no usamos protección y bueno… tú eres hija de un vampiro y una humana…

No necesité más explicaciones. Comprendí el mensaje a la perfección: no nos habíamos cuidado y la posibilidad de un embarazo era bastante alta. Mentalmente me di un buen zape por dejar que las hormonas me hubieran hecho olvidarme por completo de esa posibilidad.

–¿Cuál es la dosis?

–Tómate una. Si te causa nauseas y la vomitas en un lapso de tres horas, te tomas la otra.

Sin habérmela tomado, ya sentía nauseas pero del miedo de haber quedado embarazada. Me aterraba la idea de enfrentarme a algo así, no me sentía preparada para ello, menos cuando no era capaz de recordar siquiera el último año de mi vida; cuando estaba preparándome a para una guerra sin cuartel y sobre todo, cuando había prometido alejarme de los Vulturis, y por ende, del potencial padre de mi supuesto hijo.

Con manos temblorosas, saqué una pastilla, la puse en mi boca y le di un trago al frasco de sangre. Tan largo que me lo terminé completamente.

–Gracias –dije por fin lo primero que se me ocurrió. –¿Cómo conseguiste la sangre y las pastillas?

–Soy un hombre de recursos –dijo sarcásticamente mientras hundía los hombros.

Nos quedamos callados; frenéticamente busqué algo que decir, algo que rompiera el bloque de hielo que se había instalado entre nosotros. ¿Qué había sucedido? ¿Se había arrepentido de lo que había pasado entre nosotros? Quería preguntárselo, pero mi orgullo y terquedad me impedían hacerlo, no iba a permitir que supiera lo mal que me estaba sentando su actitud.

–¿Qué hora es?

–Casi medio día…

–¿Tan tarde? –pregunté sorprendida –Vaya… creo que será mejor que me lleves al palazzo –dije casi frenética.

–¿Estás desesperada por regresar a los brazos de tu novio? –preguntó mordaz

–Siempre es agradable regresar a casa, ahí donde está tu corazón, ¿no? –le contesté en el mismo tono mientras me alejaba con rumbo al baño para cepillarme nuevamente los dientes. Imaginé que mi respuesta no le había sentado del todo bien, pues se quedó callado y se limitó a seguirme con la mirada. El no era el único que sabía jugar rudo.

  

 

Al entrar de lleno, aparté los recuerdos de mi cabeza. Llegamos en silencio hasta el amplio vestíbulo del palazzo. A pesar de vivir ahí, su belleza no dejaba de cortarme el aliento: era una amplia área blanca, desde el mármol lustroso del piso hasta las impolutas y níveas  paredes de donde colgaban un par de frescos de Gian Domenico Ferretti. El vestíbulo estaba rodeado de impresionantes arcos que conducían a diversas partes del palazzo, pero lo que más llamaba la atención era la imponente escalera de mármol, que al llegar al primer rellano en el escalón número diez, se dividía en dos tramos, que llevaban hasta el segundo nivel de la casa.  Justo ahí donde la escalera se dividía dos, en la pared estaba colocado el Rubens “El Juicio de Paris”, y más que una muy buena reproducción, conociendo lo que ya sabía de los Vulturis y su afición de coleccionar cosas valiosas, no dudaba ni un segundo que más bien la pintura del mismo nombre que exhibían en el Museo del Prado fuera en realidad la reproducción de la que estaba viendo en esos momentos.

–Te ofrezco una disculpa –Stanislav se detuvo de pronto y se volvió a mirarme; no tuve tiempo de detenerme, así que choqué torpemente contra él y si no fuera porque me sostuvo por el codo, hubiera ido a dar al suelo estrepitosamente.

¿?

–Por mi comportamiento… no quise lastimarte ni ser brusco contigo –Sabía a qué se refería, pero preferí guardar silencio. –Supongo que mi ego resintió demasiado que estando entre mis brazos, fuera otro quien ocupara tus pensamientos.

¿Quería decir eso que estaba celoso del tal Jacob? No me atreví a preguntarle pero tampoco sabía cómo tomar sus palabras. En el trayecto de regreso, Stanislav dejó bastante claro que fuera lo que hubiera entre nosotros, era pasajero; no hizo promesas de ningún tipo. Más bien, quien había prometido irse y evitar buscar imposibles, había sido yo.

–Esta bien… –me encogí de hombros mientras le esbozaba una leve sonrisa. No sabía qué decir, estaba bastante confundida en esos momentos; habían pasado demasiadas cosas en apenas unas horas.

Miré de un lado al otro, buscando la presencia de Apolo o de alguno de los dueños de los autos del garaje. Pero el palazzo parecía desolado.

–No hay nadie –dije en un susurro

–Tal vez estén en alguna parte del palazzo. ¿Por qué no subes a tu habitación, tomas una ducha y descansas? Mientras, voy a buscar a los demás y me entero de qué traman. La presencia de Dimitri y Jane no es fortuita.

Asentí ligeramente con la cabeza. Stan acarició ligeramente mi mejilla con su fría mano y enfiló sus pasos hacia el ala izquierda de la casa.  Me quedé parada, observando alejarse por el largo pasillo hasta doblar al fondo a la derecha; sólo entonces, que mis ojos lo perdieron de vista, me acerqué con pasos lentos hacia la escalera para subir a mi habitación.

Menee la cabeza mientras sonreía tristemente.

¿Por qué mi relación con Stan es tan complicada? ¿Por qué puedo sentirle tan cerca, pero a la vez tan lejos?” me pregunté. Aunque lo que más me preocupaba en esos momentos, era por qué mis instintos me decían que detrás de la cara que me mostraba Stanislav, había algo más. Y sobre todo, por qué ese sentimiento de desasosiego que iba creciendo en mi interior desde el momento en que el rostro de Jacob Black había emergido de la oscuridad en que estaban sumidos la mayoría de mis recuerdos.

Puse un pié sobre el primer escalón, cuando una voz que conocía bastante bien sonó a escasos pasos de mi.

–¿Te la pasaste bien? –la voz de Apolo estaba cargada de sarcasmo

–Apolo… –contesté con desdén, mirándolo casi de reojo.

–¿Qué pasa? ¿No piensas contarme qué tal fue revolcarte en la cama de Stanislav?

Me sorprendí,  pero traté de controlar mi reacción. La aparente actitud calmada de Apolo hizo que los vellos del cuello se me pusieran de punta.

–No sé de qué hablas…

–¿No? Vaya, así que ahora tienes problemas también con la memoria de corto plazo… ¿O es que la fama de conquistador de nuestro vampirito checo, es solo eso, fama? ¿Tan malo fue que ni siquiera merece la pena recordarlo?

Apolo se acercó más a mí, y pude ver sus ojos azules inyectados de sangre, mientras que su aliento apestaba a alcohol. Estaba borracho como una cuba. Borracho y bastante impertinente.

–Apolo, estas borracho y diciendo sandeces. –Le dediqué una mirada de desprecio y decidí seguir mi camino rumbo a mi habitación. No estaba de ánimo ni de humor para aguantar a mi “adorado” prometido, menos si estaba tan alcoholizado.

–¡No te atrevas a irte, pequeña embustera! –la voz de Apolo tronó furiosa mientras me agarraba con fuerza por el brazo y de un jalón me acercaba a él –¿Crees que no sé que vienes directamente de la cama de Stanislav? Tu cara de culpable te delata… Y tienes la desfachatez de venir vestida con su ropa.

–Sí, traigo ropa que me prestó amablemente después de que mi vestido terminara arruinado por las manchas de sangre de…. –ni siquiera me sentía capaz de hablar sobre el “banquete” de la noche anterior.  –Stanislav simplemente me ayudó a controlar la crisis nerviosa que me produjo la “fiestecita” de anoche. Que tu retorcida mente esté imaginando cosas que no son, no es mi problema.

–¡No me mientas! –me zarandeó con fuerza, tanto que sentí que mi cabeza iba a salir volando en algún momento –¡Todavía apestas a él!

–¡Me estás haciendo daño! ¡Sueltameeeeeee! –luché con fuerza hasta zafarme de él.

–¡Eres una cualquiera! ¡Tan remilgosa para compartir tu cama conmigo, tu prometido! A pesar de mis mimos, de tratarte como una muñequita, te portabas como una novia victoriana, negándome el placer de estar contigo, cuando en realidad, lo único que eres es una pu%$.

Furiosa por el insulto, le asesté una buena bofetada.

–¡Si no quiero estar contigo es porque me repugnas! –le grité –¡No soporto tenerte cerca de mi! ¡No me gusta estar contigo y no pienso hacerlo! ¡Primero muerta antes que permitir que me pongas un solo dedo encima!

Apolo se frotó la enrojecida mejilla.

–¿De verdad? Bien, te voy a dar gusto…

De pronto, me encontré en el piso, con Apolo encima de mi y sus manos rodeando mi cuello fuertemente. Alcé las manos, buscando defenderme, arañándolo con ganas, tratando de que me soltara y me dejara respirar.

Un sonido seco salía de mi garganta, mientras Apolo seguía apretándome el cuello con una mano, mientras con la otra me asestaba un puñetazo en el pómulo izquierdo, cerca del ojo, el cual casi de inmediato empezó a cerrarse.

Levanté la mano nuevamente, esta vez casi sin fuerzas. Empezaba a sentirme mareada por la falta de aire, y aún así, logré poner la mano en su mejilla, tratando de hacerle algún daño que lo hiciera quitar la presión sobre mi garganta y me dejara respirar.

En lugar de eso, un flashazo de imágenes salió a flote en mi mente.

Apolo estaba golpeándome, mientras yo trataba de defenderme, luchando contra él, respondiéndole al tú por tú cada golpe. Estábamos en un bosque oscuro y frío; Apolo se reía con crueldad de mis intentos por hacerle daño y eso me enfurecía aún más

–Este… berrinche, empieza a molestarme –había dicho –Ríndete de una vez y ahorrémonos esto.

–¡Primero muerta antes de irme contigo!

–Si así lo quieres…

Empezó a golpearme salvajemente, dejándome indefensa ante la potencia de su ataque. No estábamos solo, había otras tres siniestras figuras de túnicas oscuras que nos observaban impasibles, sin importarles que la bestia esta estuviera más que dispuesta a matarme.

Dimitri… Gianna…” los había llamado Apolo, pero había otro nombre que se me escapaba… El nombre del otro que no hizo ni el más mínimo intento de ayudarme.

Mi mente empezaba a sumirse en la oscuridad, pero no como esa que ocultaba los recuerdos de mi pasado, sino una oscuridad más tenebrosa, parecida a los momentos finales de una vida. El aire me faltaba, dejándome sin fuerzas para luchar contra ese enloquecido semi-vampiro.

–¡Eres mía! ¡Y si no ten tengo, nadie más lo hará! –los gritos me llegaban muy a lo lejos.

Quise luchar, pero ya no podía más. Al mismo tiempo, mi mente buscaba el nombre de aquel vampiro que había sido testigo de una paliza igual que me había dado Apolo.

“Dimitri… Gianna…

“Dimitri… Gianna…

–Sta… Stanislav… –fue lo último que alcancé a murmurar antes de sumirme en la oscuridad.

27 comentarios:

  1. ola ola

    OMG
    si que se te fue la imaginacion con eso de stan y renesme
    que estes super
    lindas vacaciones

    ¡¡*¡RaQuEl!*!!

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  2. Me estaba por ir a dormir y para mi sorpresa me encontré con el nuevo capítulo!!
    Muy atractiva la descripción de la noche entre Nessie y Stan. Aunque me produjo mucha pena la mañana siguiente. Un momento tan maravilloso en su vida y en un solo instante, entre tanta confusión, termina transformándose en un padecimiento. Ojalá que los pocos vestigios de su memoria que van surgiendo la favorezcan.
    Como siempre, gracias por otro excelente capítulo!!
    Felices Pascuas!!
    Saludos. Luce

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  3. WOOW,,, INCREIBLE,,
    ESTE CAPITULO CARGADO DE TODO,,
    PASION ,, AMOR,,, TERNURA,, DOLOR,,, ODIO,, GENIALL ,,
    LOS REGRESOS SON LOS MEJORES,,
    GENIAL GENIAL,,,
    KE VA PASAR,,, AHORA,, NO ,, ME SIENTO TAN LASTIMADA,,, STAN,,, STAN SABIA TODO,,
    NOOOOOOH,,,

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  4. jajja si yo estaba apunto de irme a dormir tambien, la verdad no habia checado el blog por ke habias dicho ke tal vez no subirias capitulo durante esta semana..pero creo ke no perdi las esperanzas :)
    si ke me sonroje con nessie y stan digamos que si fue algo bastante apasionado
    pero me agrado, si me estrese de pensar de ke nessie pudiera haber quedado embarazada fue tenso , de hecho aun me preocupa que va a pasar con jacob creo ke no sera lo mismo
    o si? jajaj
    muero por el otro capitulo
    este estuvo genial
    gracias!!!

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  5. esta muy bueno esta genial exelente estoy impasiente por mas pero no te rpocupes sabre esperar tu disfruta tus vacasiones y sin presiones

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  6. simplemente woooowww
    te quedo genial, muy descriptivo la vdd la mente vuela, me encanta que recuerde mas cosas,,,
    ya quiero que entren en escena los cullen y jacke,.,,,
    la vdd yo prefiero a jacke

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  7. maravilloso capituloooooo! que alguien la salve ya..saludos de españa!!

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  8. Que Stan se arrepienta y la salve! Seguro que lo hizo por su hija :S tengo sentimiento encontrados, de todos modos:

    TEAM STAN!

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  9. ohhhhhhhhhhhhhhhh genial!
    así que si que pasó... es tan perfecto... tengo ganas de que los cullen la rescaten jajajaja
    xoxo

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  10. PARA CUANDO EL SIGUIENTE??? YO QUIERO MASSS!!!! ,MUAKAAA

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  11. Te quedo de infarto OMG que imaginacion
    quiero mas, que va a pasar, gracias por el capitulo

    TEAM STAN

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  12. Gracias por tu capítulo, ha estado muy bien, y gracias también por tu esfuerzo.
    Bueno ahora lo que pienso es... buaaaaa, buaaaaa, noooooo, nessie me ha decepcionado tanto. Se va con el primero que pasa y aunque no recuerde su vida pasada, se supone que su amor por Jacob era inquebrantable (al menos eso suponia yo) pero ya he visto que no es así. No soy una mojigata, pero esperaba que aunque se lo pasase bien con Stan el vampiro traidor, no llegara a la penetración con tanta facilidad, que lo parase, pues no hace falta para eso, para pasarselo bien, y eso lo dejara para mi Jacob, que pena, espero que Jacob se la devuelva y no sienta tanto dolor por ella. Y Edward cuando se entere, pobre, su hija con un Vulturu.
    Espero que no te enfades eh? que es mi pensamiento, jajajaja. Estoy deseando que vuelvas a escribir el siguiente, pero eso si, descansa también que te lo mereces.
    Chao

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  13. OMG!!!
    WOW...
    La verdad me dejaste sin palabras mid!!!

    Mil gracias por este nuevo capitulo....
    Estuvo de infarto!!!!

    Osea, mientras estaban en pleno goce :) tAn le dijo Ren...
    Muchas cosas descubiertas en este capitulo!!!

    No se k vaya a pasar ahora k Reneesme se dio cuenta de k StAn estaba con Awka en el bosque....

    Ay, noo la vdd es k si estuvo de infarto este capitulo
    Fue mi mejor regalo de cumpleaños jajaja

    Pero pobre Jake!!!!!

    Ya quiero k entren en accion los Cullen!!!

    Saludos y besos ♥

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  14. sUpEr wOoOww!!!
    avEr sI sE lE OcUrrE apArEcEr a stAn q EstAn mAtAndO a nEssIE!!! iO aUn prEfIErO a jAkE!!
    tE qEdO sUpEr el cApI!!!
    mE mUerO pOr lEeR El prOx!!

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  15. aassh qe raritooo ese stanlislav..
    pero se merece qe expliqe...
    por qe no le dijo nada !!!!
    acht Awkaaa me cai de lo peeoor !!
    tan puuaaj.. asqerosoo .. nunca me gustoo . jajaja desde el principio ya se me hacia qe era malo...

    OiE buenisiimooo el capitulooo !
    te juro qe de pura casualidad con la esperanza a mil volvi a checar si habias subido capituloo y sii !!
    fue lo mejor .!
    me alegroo el diaa !!
    enserioo jajajajaja
    felicees vacacionees !
    pero no te olvides de nosotr@s l@s fans jajajajaja ;D

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  16. Que capitulo mas expresivo. Sin palabras.
    TEAM STAN!!!!!!
    Gracias Mid

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  17. Genial tu historia, lei en cosa d dias todos los capitulos y cuando paraste de escribir, igualmente revisaba todos los dias con la esperanza de que hubieras tenido algo de tiempo xD!, sobre este capitulo , wow me quede sin palabras, la verdad no soi de estar de un bando, y me parece mui buena esa intriga q le das d q cadavez sea menos suguro el final, y saber con quien se va a quedar, no aguanto para leer el enfrentamiento, uf y cuando edward le lea la mente xD!.
    bueno, Muchas felicitaciones, es exelente lo que haces, me entretengo bastante.
    estare esperando el proximo capitulo ;)
    =)

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  18. quiero nuevoooo capitulooo porfi!!!!!!!!!!!!! :(

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  19. cada evz mas interesante la historia =D que ganas de q lleguen los cullen!
    TEAM JAKEE!(L)

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  20. ola!!
    me encanto jeje
    =) porfis dime
    si te vas a tardar para el
    otro, me muero de ganas De leer
    el siguiente.
    saludos

    biie *_*

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  21. OMG!!!!!!!
    de verdad estaba x irme a
    dormir i pense qe no perdia
    nada si checaba i me topo
    con estooooo!! :o jajajajjaja
    esta genialisiisisisimooo
    ooooh! qe iegue alguien i la
    salveeeeeee donde esta stann????
    i los cullen???
    toda el ansia de saber mas
    jajajajaja

    besitos de monterrey!!!

    felices vacaciones!!!!

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  22. SIN PALABRASS



    GENIAL EL CAPTLOO.... SUERTE DE LA PASTILLITA.. si no me muero po Jacob ... PERO ESTA GENIALLLLL SIGUE ASIIIIIII


    A R iii

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  23. aaaaahhh!!! por dios que capi!!
    estuvo genial!!!
    Pura Vida!!!
    Un saludo desde Costa Rica!!
    Me uno al TEAM JAKE!!

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  24. AMO TU HISTORIAA!!
    PERO ME DIOO MUCHAMUCHA PENA QE RENESMEE ESTUVIERA REVOLCANDOSE SON STAN, MIENTRAS JACOB SE SUMIERA EN SU PENAA.. I EL QE LE HALLA KITADO LA VIRGINIDAD NO HALLA SIDO JACOD SI NO EL MUJERIEGO DE STAN...


    NO ES UNA CRITICA,, NO!! NO PODRIA CRITICAR TU HISTORIA EN LO MAS MINIMO PEROO ME DIO PENNAA
    SIGUE ASI COPN TU HISTORIA

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  25. Hola!

    ayer descubrí tu fic y hoy he estado leyendo todo el día!

    Pensaba escribirte cuando llegue al ultimo capitulo pero no me aguante.

    Te juro que he llorado bastante en tu fic -.- (sobretodo cuando narra la angustia de Jake) Y la verdad es que ahora tambien se me han caido unas lagrimas de solo pensar en el pobre Jake!

    Se me parte el alma.

    Y eso, tu fic me parece fenomenal he leido muchos fics y pocos son los buenos de verdad, que se apegan al libro y que al paasr el tiempo siguen siendo interesantes. Hay unos muy buenos pero que al tiempo van decayendo.

    Bueno, besooos. Seguire leyendo xD.

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  26. sinceramente me gustaba la historia, estaba atrapadisima, pero no me gustó el vuelco q le diste ella podria haber sido un poco mas fiel al amor q decia sentir x Jacob y no aflojar asi de una , perdio la memoria pero el amor q sentia x el le tendria q haber mostrado q algo mal estaba haciendo, espero no te enojes , pero no me dan ganas de leer , pienso en Jake y se me parte el corazón , el se merecia despues de lo Bella q alguien si lo ame y se entregue solo a el

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  27. Pues en cambio, a mi me encantó, me pareció espectacular la introducción de Stan en el panorama, tal vez es porque tengo predilección por los chicos malos. Pero creo que fue un buen movimiento, pues es un personaje muy interesante, y que de alguna manera, puede llegar a jugar un papel determinante en el desenlace de la historia.
    Y la forma en la que hilvanaste la noche entre Stan y Ness me pareció ideal, justo en el límite.
    Me gusta mucho la forma en que relatas, pero este fic me tiene atrapada.

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